Si bien, desde que el Gobierno decretó el aislamiento social preventivo obligatorio la demanda se redujo, los taxis siguen andando en busca de pasajeros y muchas veces -en los casos exceptuados- los consiguen. 

Los conductores de los vehículos recibieron las pautas de higiene para el traslado de pasajeros y se les enseñó cómo hacer una correcta limpieza de las unidades para evitar la propagación del COVID-19 sin embargo la regla número uno, de mantener 2 metros de distancia con el pasajero, está descartada por cuestiones físicas obvias. 

A raíz de esta problemática es que los taxistas de Murcia, España, sumaron otra medida de seguridad e higiene propia: los dueños de los autos instalan unas mamparas de plástico en el interior para separar el espacio del conductor del que ocupan los viajeros y reducir así, el contacto directo al mínimo.  

Además en aquel municipio todos los vehículos disponen de alcohol en gel o algún desinfectante y pañuelos descartables, tanto para el taxista como para los usuarios.

Por último después de cada viaje se limpian las superficies del vehículo más habituales de contacto con el usuario como cinturones de seguridad,  levantavidrios, la manija de la puerta, etc. 

Por último se recomienda a los viajeros que ocupen preferiblemente los asientos traseros y que utilicen el pago con tarjeta.