Un hombre fue rescatado de la guarida de un oso en Rusia. El animal le rompió la columna vertebral y lo arrastró hasta el fondo de la cueva para preservarlo como alimento para el futuro.

La prensa local identificó al sobreviviente como Alexander, que fue encontrado por los perros de un grupo de cazadores que recorrían la República de Tuvá. Según The Siberian Times, los perros empezaron a ladrar hacia el interior de la guarida y se negaban a seguir caminando. Dado el nerviosismo de los animales, decidieron entrar para ver qué había.

La primera impresión que tuvieron fue de encontrar "una momia humana" que se estaba descomponiendo. Pero al acercarse al cuerpo, el hombre abrió los ojos y dijo su nombre: "Alexander". 

Una vez ingresado en un hospital, Alexander contó lo que había vivido, aunque no pudo recordar su apellido ni su edad. "El oso me preservó como comida para después", declaró.

El animal que lo atacó fue un oso pardo euroasiático y esa especie puede llegar a medir hasta 2,40 metros de altura cuando está parado sobre sus patas traseras. Un macho adulto pesa entre 250 y 350 kilos, mientras que las hembras están entre los 150 y 250.

La ruptura de la columna vertebral impidió un posible escape. Al no poder moverse para buscar alimentos, lo único que podía consumir era su propia orina. Los médicos aún no pueden creer como sigue vivo por las graves heridas y el tejido podrido por estar tantas horas sin moverse.

El suceso vivido por Alexander recorre el mundo y muchos hacen referencia a la historia de Hugh Glass, interpretado por Leonardo Di Caprio en "El Renacido".