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Un segundo voluntario de la vacuna de Oxford presentó un trastorno neurológico

Lo provocado es mielitis transversa, una afección grave en la médula.

Un segundo voluntario de la vacuna de Oxford presentó un trastorno neurológico
La fase II del ensayo clínico incluyó más de 500 personas y demostró que es segura

A principios de mes, los ensayos de la vacuna de Astrazeneca-Oxford fueron pausados por la reacción adversa de uno de los voluntarios. Sin embargo, hoy se conoció que una segunda paciente tuvo los mismos trastornos neurológicos y la preocupación aumenta

Se trata de mielitis transversa, una afección grave en la médula que aparentemente, es causada por la vacuna. 

Este efecto adverso habla de una enfermedad que se caracteriza por presentar una inflamación de ambos lados de la médula espinal provocada por una infección viral, que ocasiona trastornos sensitivos o motores.

Se trata de una mujer del Reino Unido que se habría aplicado la dosis por segunda vez, informaron desde The New York Times. Al igual que en el diagnóstico del primer caso registrado, la ciudadana británica también presentó mielitis transversa.

Mark Slifka, epidemiólogo de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (Estados Unidos), advirtió que “si hay dos casos” de la misma enfermedad, podría “empezar a haber un patrón peligroso”, según trascendió a través de El Mundo.

Por su parte, la farmacéutica AstraZeneca se pronunció al respecto y expresó que sería “poco probable que los dos casos estuvieran asociados con la vacuna o que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban o no relacionadas con la vacuna”.

El síntoma principal de la mielitis transversa es el dolor. Puede localizarse en la parte baja de la espalda o puede consistir en sensaciones agudas y punzantes que se dispersan por las piernas o brazos, o alrededor del torso.

El tratamiento incluye medicación y sesiones de rehabilitación. La mayoría de los que la padecen se recupera al menos parcialmente, aunque las personas con ataques severos a veces tienen discapacidades significativas.

“Aproximadamente, el 50 por ciento de los pacientes afectados son incapaces de caminar al alcanzar el nivel máximo de déficit, y un tercio de los mismos no presentan buena recuperación, quedando con severa discapacidad”, indica un estudio llevado a cabo por el Servicio de Neurología del Hospital Italiano de Buenos Aires.