Al igual que varios países, Uruguay decidió diferir la segunda aplicación de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus a mayores de 80, adultos de asilos y personal sanitario.

El plazo sería "un período de 42 a 56 días" en el que se le dará prioridad a los adultos de entre 71 y 79, quienes, en palabras del inmunólogo e integrante de la Comisión Nacional Asesora de Vacunación Alejandro Chabalgoity, fueron "quedando para atrás".

Esta decisión, además, se enmarca en la lenta entrega de las dos millones de dosis con las que Uruguay se fue dotando de inoculantes. Y es que, a día de hoy, el país solamente cuenta con un 10% de las dosis arregladas con el laboratorio estadounidense.

Esto preocupa a las autoridades uruguayas, que se vieron obligadas a plantearse una nueva forma en la que administrar las vacunas para evitar la mayor cantidad posible de fallecimientos en el marco de este inicio de la segunda ola de COVID-19 que el país está sufriendo.

El plan de vacunación de Uruguay dio inicio el 1° de marzo con las dosis proporcionadas por la CoronaVac, desarrollada por Sinovac Biotech, y el país ya lleva vacunada a poco más de 500.000 personas, lo que representa el 15% de su población total.