El pasado 2 de agosto la panda gigante llamada Huan Huan dio a luz a dos crías gemelas en el zoológico de Beauval, ubicado en el centro de Francia. Su primer bebé pesó 149 gramos y el segundo 128,8 gramos. Aquella madrugada la panda se convertía en madre por segunda vez, casi 4 años después de haber tenido a Yuan Meng y la noticia fue celebrada en el mundo entereo pues gracias a los esfuerzos de conservación estos animales ya no están en peligro de extinción. 

Ayer estos dos bebés pandas cumplieron su primer mes de de vida y están creciendo en perfecto estado de salud supervisados no solo por su mamá sino también por entrenadores y veterinarios de Beauval y dos enfermeras de Chengdu (base de investigación de la cría de pandas gigantes de Chengdu) quienes se turnan para trabajar.

El siguiente paso para estas crias es la apertura de los ojos y los primeros movimientos de gateo. Los panda recién nacidos son más indefensos que la mayoría de otros bebés mamíferos, porque no abren los ojos hasta que tienen entre seis y ocho semanas y no se mueven hasta los tres meses de vida.

Otro dato a destacar es que estos pequeños pueden ser apadrinados para financiar el equipamiento necesario para el seguimiento de los pandas en cautiverio y también de los liberados.