Los cines se encuentran cerrados durante el aislamiento obligatorio porque son lugares donde se genera un gran conglomerado de gente. Cuando recién se anunciaron las medidas se había pedido dejar butacas vacías entre las personas y luego la actividad se detuvo por completo.

Son citas que reúnen a una gran cantidad de público, como ocurre con los recitales, y es algo que va en contra del distanciamiento social preventivo.

Con este contexto se produciría el regreso de un antiguo formato para ver películas: el autocine. La empresa Cinergia planea recurrir a este método con las medidas sanitarias que sean necesarias.

Los autocines de esta compañía cuentan con pantallas que miden 16m x 10m totales, permitiendo una visión para 400 autos. El audio de la película se emite por una FM y se sintoniza en cada auto, pudiendo ajustar el volumen y ecualización a gusto.

Para la proyección utilizan una nueva tecnología de proyectores que en vez de usar lámpara tradicional tienen un Led + Laser que le permite mayor potencia y mejor colorimetría.

“Las familias disfrutan mucho de las funciones. Para los más chicos suele ser el primer contacto con esta experiencia y para los padres es la oportunidad de revivir un poco de su infancia” comenta Gastón Sztutwojner, creador de Cinergia, quienes se dedican a montar pantallas inflables en cualquier punto del país.

Desde la empresa señalaron que están en tratativas con varias locaciones para hacer autocines con entrada libre y gratuita, pero aún no queremos anunciar nada para ser prudentes y respetar la cuarentena.

El formato de autocine nació en 1933, en Estados Unidos y su apogeo se dio tras la Segunda Guerra Mundial. Se montaban en locaciones fijas, con sonido que ingresaba al auto por medio de un parlante y una pantalla estructural gigante.

El declive se dio en los ‘70 y ’80, por el alto costo de las locaciones, la aparición de la TV a color, los reproductores de video y otros factores que llevaron al cierre de la gran mayoría de autocines en todo el mundo.