El Ford Mustang GT de 1968 que fue protagonista de la película Bullitt y que tuvo como conductor estelar a Steve McQueen fue subastado por la cifra récord de 3,4 millones de dólares.

La firma Mecum fue la encarga de subastar este Mustang, modelo que se convierte en el más caro de la historia superando con creces los 2,2 millones de dólares que se pagaron en su momento por un Shelby GT 500 Super Snake.

Para la película Bullitt se utilizaron dos unidades de este Mustang con pintura de color "Highland Green". Una de ellas fue descartada tras ser considerada como irreparable y la otra es la que fue subastada y que mantiene su estado original.

No es un auto más para la historia del cine y del modelo. Fue usado en lo que se considera la primera escena de persecución filmadas con cámaras en el habitáculo.

La escena en cuestión tiene una gran dosis de adrenalina y una duración de diez minutos. McQueen, quien interpretó a Frank Bullitt, persigue a bordo del Mustang a un Dodge Charger conducido por un mafioso de Chicago, en las calles de San Francisco.

El primer dueño después de la película lo consiguió por un valor de 3.500 dólares. Luego fue pasando de manos hasta que en 1981 fue escondido con 74.000 kilómetros recorridos.

Hasta el propio McQueen quiso comprarlo, pero nunca lo consiguió. En 2018, el vehículo reapareció como en el Salón del Autómovil de Detroit, tras haber estado 37 años oculto.