Cada tanto suelen aparecer joyas de colección automotriz que fueron abandonadas durante largo tiempo. El protagonista de esta historia es un Porsche 356C modelo 1964 que estuvo deteriorándose durante los 42 años que pasó en el olvido.
Su antiguo propietario era un comerciante de neumáticos que enfermó y, a finales de 1975, tuvo que dar de baja el vehículo a solo un año de haberlo comprado.
El auto, con 79.000 kilómetros en el odómetro, quedó oculto entre una pila de neumáticos hasta que, a mediados de 2017, el mismo propietario recordó haberlo dejado allí. Le avisó a un miembro del Club Porsche 911 para que fuera a verlo.
Fue Claus Meirich, quien se hizo cargo de este vehículo y no dudó ni un momento en comprarlo por 20.000 euros. Luego tuvo que sumarle 125.000 euros para su restauración.
Arreglar el motor y la carrocería fue lo que más costó en tiempo y dinero. Un taller especializado fabricó la pintura de acuerdo con las especificaciones de Porsche Classic.
Según Meirich, la carrocería fue lo más caro. Renovaron el frontal, la caja de la batería, los marcos y los umbrales de las puertas, los paneles interiores, los travesaños, los soportes de los ejes y los paneles exteriores de las puertas. No se soldó nada, todo se remachó y luego se selló como en 1964.
El motor de 75 caballos de fuerza requirió una renovación, ya que estuvo sin ponerse en marcha demasiado tiempo y no alcanzaba con una simple puesta a punto.
Luego de dos años y 2.000 horas de trabajo el Porsche quedó perfectamente restaurado, hasta con los certificados correspondientes de la propia firma de Stuttgart. El actual propietario de esta joya asegura que puede circular a 120 km/h sin problemas.