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Ciencia

Altos Labs: el estudio del "antienvejecimiento", financiado por Jeff Bezos

¿Puede el dinero comprar la eternidad?

Altos Labs: el estudio del "antienvejecimiento", financiado por Jeff Bezos

El fundador de Amazon y Blue Origin, Jeff Bezos, y Yuri Milner, multimillonario ruso-israelí inversionista de proyectos de ciencia y tecnología, parece que unieron fuerzas para financiar las investigaciones de Altos Labs, una nueva empresa de biotecnología que busca prolongar la vida humana.

Fundada a principios de este año, la compañía de Silicon Valley planea establecer varios institutos en lugares como Estados Unidos, Reino Unido y Japón; y para tal fin está reclutando un gran grupo de científicos "con sueldos espléndidos" y la promesa de que pueden llevar a cabo "una investigación sin restricciones" sobre cómo envejecen las células y cómo revertir ese proceso, detalla el MIT Technology Review.

Entre las grandes mentes destacadas cuyos nombres resuenan para unirse, el portal del MIT nombra a Juan Carlos Izpisúa Belmonte, un biólogo español del Instituto Salk que ganó notoriedad por la investigación sobre embriones humanos y de mono y que aseguró que la esperanza de vida de los humanos podría extenderse 50 años; Steve Horvath, profesor de la Universidad de California y desarrollador de un "reloj biológico" que puede medir con precisión el envejecimiento humano; y Shinya Yamanaka, ganador del Premio Nobel por su investigación sobre la reversión del envejecimiento en las células que confirmó su rol como presidente del consejo asesor científico de Altos Labs expresando que "Aunque hay muchos obstáculos que superar, existe un potencial enorme".

La empresa, explican, se centraría en estudiar la reprogramación celular, técnica que le valió a Yamanaka el Nobel de Medicina en 2012 y con la cual, mediante la adición de solo cuatro proteínas —ahora conocidas como factores de Yamanaka—, las células pueden recibir instrucciones para volver a un estado primitivo con las propiedades de las células madre embrionarias. Y también una técnica que, en 2016, el laboratorio de Izpisúa Belmonte había aplicado a ratones vivos logrando signos de reversión de la edad.

Algunos científicos, sin embargo, se muestran escépticos ante este escenario y declaran que el concepto es sólido (la técnica tiene un efecto indiscutible y repetible en experimentos de laboratorio cuando se aplica a células individuales) pero hay mucha publicidad; a la vez que es demasiado arriesgado de probar y dista mucho de ser una terapia humana.

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