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Ciencia Pop: The Last of Us, hongos y hormigas zombies

The Last of Us comienza con una cepa del hongo Cordyceps que al infectar a los humanos los convierte en zombies caníbales. ¿Cuánto hay de posible en todo esto? 

Ciencia Pop: The Last of Us, hongos y hormigas zombies

El videojuego de acción y aventura desarrollado por la compañía estadounidense Naughty Dog, The Last of Us (así como su parte 2), se caracteriza por una trama en la que dos supervivientes a un mundo hostil arrasado por una pandemia deben confiar el uno en el otro para sobrevivir a un viaje brutal por lo que queda de Estados Unidos. Y todo comienza con una cepa del hongo Cordyceps que al infectar a los humanos los convierte en zombies caníbales. Ahora, ¿cuánto hay de posible en todo esto? 

Fuera de la ficción, Ophiocordyceps unilateralis existe e infecta a las hormigas carpinteras. Se trata de un proceso lento pero mortífero: el hongo se abre paso a través del cuerpo de la hormiga, toma el control de sus músculos y luego, poco antes de su desaparición, la hormiga dejará la colonia, encontrará una hoja o rama alta y la agarrará entre sus mandíbulas. 

Allí, la hormiga cuelga inmóvil hasta que muere y el hongo larga esporas que llueven sobre las víctimas desprevenidas, comenzando nuevamente el ciclo a partir de nuevas homigas que se infectan. 

Sin embargo, el cordyceps no tiene como objetivo el cerebro de la hormiga para convertirla en zombi: en realidad, preserva el cerebro mientras causa estragos por todas partes.

En el juego, el hongo cordyceps se mueve a través de cuatro etapas. Lentamente despoja a la persona infectada del pensamiento racional, la visión, su rostro y, en última instancia, su humanidad.

En la vida real, una investigación del doctor y profesor asociado de entomología y biología, David Hughes, demostró que el hongo no llega al cerebro. En cambio, se adhiere al cuerpo como una espora. 

Luego, se abre camino desde el exterior del cuerpo de la hormiga hacia el interior en el transcurso de 24 horas y, una vez allí, desarrolla una red de hongos. En el pico de la infección, Hughes dice que alrededor del 40% al 50% del interior del cuerpo de la hormiga está compuesto por hongos.

Ese ambiente es altamente tóxico porque las células se rompen a medida que el hongo atraviesa la hormiga, explica. Sin embargo, el cerebro permanece ileso, a pesar de que el hongo podría causar daño si quisiera, mientras libera neuromoduladores, un tipo de químicos que mantienen las cosas saludables en el cerebro mientras el resto del cuerpo está siendo atacado. Todo está preparado para el acto final de la hormiga: el hongo la obliga a realizar una mordida mortal.

"Lo que creemos que está sucediendo en el cerebro es de vital importancia para la manipulación del comportamiento, ya que literalmente puede sacar a la hormiga del nido para llevarla a donde necesita ir", sostiene.

Durante la etapa final de la infección por O. unilateralis, que ocurre alrededor de tres semanas después, la hormiga cuelga de una hoja mientras las esporas caen hacia abajo de su cuerpo. No es muy diferente de la etapa cuatro de la infección de Cordyceps en The Last of Us: la etapa en la que el cuerpo está cubierto de placas de hongos y el cuerpo desarrolla proyecciones en forma de tallo.

Hay dos posibles explicaciones de cómo se da esa mordida: la primera, que el hongo podría estar excretando algún tipo de molécula que hace que esos músculos se contraigan; la segunda, que el hongo preserva específicamente las uniones neuromusculares, lugares donde las células musculares y las neuronas motoras del cerebro se unen para intercambiar información, para hacer que el cerebro envíe la señal final de "mordisco" a los músculos de la mandíbula.

Esto también explicaría porque conserva sano su cerebro mientras tanto, aunque está un poco lejos de la infección cerebral de Cordyceps que sucede en The Last of Us.

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