Se supone que los agujeros negros no emiten luz, por algo llevan ese nombre. Cuando dos de estos objetos masivos giran en espiral uno alrededor del otro y finalmente chocan, envían ondas en el espacio y el tiempo llamadas ondas gravitacionales, pero es todo, son invisibles para los instrumentos tradicionales de los astrónomos. Sin embargo, ahora un equipo de científicos podría haber encontrado uno de esos raros casos en los que era visible una colisión.

El 21 de mayo de 2019, desde el Observatorio de detección de ondas gravitatorias (LIGO, por sus siglas en inglés) y el detector Virgo captaron la señal de un par de objetos masivos que colisionaron, enviando ondas en cascada a través del espacio-tiempo.

Más tarde, un observatorio llamado Zwicky Transient Facility (ZTF) atrapó una explosión de luz. Cuando los científicos observaron ambas señales, se dieron cuenta de que las dos provenían de la misma parte del cielo, y comenzaron a preguntarse si habían detectado la rara colisión visible de un agujero negro .

¿Qué es lo que efectivamente sucedió? En el escenario delineado por los investigadores, dos agujeros negros se ubicaron dentro de un disco que rodea un agujero negro mucho más grande.

"En el centro de la mayoría de las galaxias se esconde un agujero negro supermasivo. Está rodeado por un enjambre de estrellas y estrellas muertas, incluidos los agujeros negros", dijo K. E. Saavik Ford, coautora del estudio. "Estos objetos pululan como abejas enojadas alrededor de la monstruosa abeja reina en el centro. Pueden encontrar parejas gravitacionales brevemente y emparejarse, pero generalmente pierden a sus parejas rápidamente en el baile. Pero en un disco de agujero negro supermasivo, el gas que fluye convierte al pogo en un minueto clásico, organizando los agujeros negros para que puedan emparejarse", dice ella.

Una vez que los agujeros negros se fusionan, el nuevo agujero negro, ahora más grande, puede dispararse en una dirección aleatoria a través del disco. Es la reacción del gas a esta "bala" que crea una llamarada brillante, visible con telescopios, sostienen.

"Los agujeros negros supermasivos como este tienen destellos todo el tiempo. No son objetos silenciosos, pero el momento, el tamaño y la ubicación de este destello fueron espectaculares", dijo Mansi Kasliwal, profesora asistente de astronomía y también coautora. "La razón por la cual una bengala como esta es tan importante es que ayuda enormemente con las preguntas de astrofísica y cosmología. Si podemos hacer esto nuevamente y detectar la luz de las fusiones de otros agujeros negros, podremos aprender más sobre sus orígenes".