Inspirado por las palabras de Gena Rowlands, una de sus actrices referentes y viuda del cineasta John Cassavetes, un joven e inexperto Ethan Hawke decidió que se dedicaría de lleno a su vocación, tomándose muy en serio su trabajo y sin responder nada más que a sus propias convicciones.

Su carrera profesional comenzó a los 14 años en la película de ciencia ficción de Joe Dante “Los exploradores”, que protagonizaba junto a River Phoenix. A sus 20 años, ya había estelarizado también los recordados dramas “Colmillo Blanco” y “La Sociedad de los Poetas Muertos”.

A pesar de las crecientes oportunidades que le ofrecía la industria del cine, Hawkeno quería convertirse solamente en una estrella juvenil. La crítica no lo tomaba en serio y él estaba dispuesto a demostrarles desde el principio que había llegado para quedarse. En 1991 fundó su propia compañía de teatro y al año siguiente debutó en Broadway.

Cada vez que se alejaba de las grandes producciones comerciales para meterse en un papel más profundo, las reseñas negativas lo perseguían y nada de lo que hiciera dentro de la pantalla o sobre las tablas convencía a la crítica. Pero al mismo tiempo el éxito comercial de otras películas como “Generación X” le ganó una base de seguidores cada vez más grande.

Sin embargo, los medios más importantes de Estados Unidos vapulearon sus interpretaciones modernas de clásicos como “Hamlet” junto a Julia Stiles y “Grandes Esperanzas”, la novela de Dickens adaptada por Alfonso Cuarón en 1998. Lo mismo pasó cuando él mismo decidió escribir un libro y adaptarlo a la pantalla: “The Hottest State" pasó sin pena ni gloria, pero Ethan no dejó que nada de esto lo disuadiera.

Decidido a seguir las enseñanzas de su ídolo Cassavetes, ignorado en vida y endiosado tras su muerte, se mantuvo firme en su camino. Sabía que, a pesar de que su trabajo no fuera valorado por un sector clave para el funcionamiento de la industria, debía seguir haciéndolo. Y fue alternando su trabajo en el Hollywood más comercial con películas independientes, lo cual eventualmente le traería el reconocimiento que tanto le negaban.

En 2001 protagonizó la aclamada “Día de Entrenamiento” junto a Denzel Washington, por la que fue nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto. El premio fue para Benicio Del Toro por “Traffic”, pero cuenta la leyenda que su co-protagonista le dijo “Mejor que no ganes ahora y algún día te lo tengan que dar porque el público lo pide”. Elegimos creer.

Pero aunque todavía no se lo dieron, premios no le faltan. Hace poco le llegó uno de esos roles que los votantes aman en “El Reverendo” (First Reformed), donde interpreta a un ministro atormentado por su pasado. Y unos años antes se hizo justicia cuando ganó el premio a Mejor Guion de la Asociación de Críticos por su trabajo junto a RichardLinklater, una colaboración que lo llevó a participar en “Boyhood” y la romántica trilogía “Before” (Antes del Amanecer, Antes del Anochecer y Antes de la Medianoche) como actor y co-guionista.

Tampoco le faltan ofertas de trabajo ni reconocimiento del público. Su protagónico en “ThePurge” disparó una exitosa franquicia de tres secuelas y actualmente se encuentra en post-producción la biopic de Tesla que lo tiene encarnando al famoso inventor. Además prepara la adaptación de la novela “Good Lord Bird” para convertirse en una serie TV, junto a su amigo y colega Jason Blum, otro de sus colaboradores a largo plazo.