El cuarto episodio de la última temporada de Game of Thrones sigue cosechando críticas a varios días de su emisión. Tratándose de la serie más importante del momento y con una llegada masiva a casi todo el mundo, cabría esperar un poco más de cuidado en los detalles de producción y la calidad de los guiones. Pero el desempeño de la temporada final, que se tomó dos años para preparar el cierre del fenómeno, está decepcionando a muchos.

En “The Last of the Starks” hubo errores imperdonables como la omisión de un vaso descartable en la mesa del gran hall de Winterfell y problemas de representación que viene arrastrando desde siempre, disparados por la muerte de un personaje que generó rechazo en redes sociales. Entre el público de Game of Thrones, hay muchas celebridades que se declaran fans de la serie y utilizan Twitter para expresar lo que les gusta y lo que no tanto de cada capítulo.

Es el caso de la actriz Jessica Chastain, que se pronunció en contra de una escena protagonizada el domingo por Sansa. En el último episodio, la mayor de las Stark se reencontró finalmente con Sandor “El Perro" Clegane en Winterfell y charlaron sobre la evolución de su personaje desde la última vez que se vieron. Sir Clegane admitió que Sansa ya no era el “pajarito” que él había conocido en King’s Landing, cuando apenas podía mirarlo a la cara. Y le dijo que si se hubiera escapado con él cuando tuvo la oportunidad, no habría sufrido tantos abusos por parte de Meñique y Ramsay Bolton.

Pero el diálogo disgustó a muchos cuando Sansa respondió diciendo que si no fuera por todo eso que le había pasado, todavía seguiría siendo ese “pajarito”. El problema es que con esta línea, de alguna manera se justifican los abusos sufridos por el personaje como la única forma de hacerla evolucionar y convertirse en la líder fuerte que es ahora. Sansa podría haber contestado simplemente “Ya no soy ese pajarito” o cualquier otra respuesta que no implique que es fuerte gracias a ellos, y no a pesar de ellos.

Sophie Turner, la actriz que interpreta a Sansa, estuvo de gira hasta hace poco con Jessica Chastain promocionando “Dark Phoenix”, el próximo estreno de la franquicia de X-Men que protagonizan juntas. En su tuit, Jessica hace referencia al papel de Sophie diciendo que ella “siempre fue un fénix”. Esta no es la primera vez que la actriz sale a defender públicamente a una de sus compañeras. Chastain es reconocida en la industria por exigir salarios justos para sus colegas actrices, incluso cuando eso signifique descontarlo de su propio salario.

El reclamo de la actriz despertó muchas adhesiones de víctimas de abusos y fans de la serie en internet, pero también generó resistencia en los sectores más cerrados del fandom. Las justificaciones que apelan al carácter medieval de la historia y su "realismo", parecen olvidar el elemento fantástico imperante en Game of Thrones. Una serie de fantasía medieval no tiene por qué ser realista, ni tampoco justificar la violación para lograrlo.

Las escenas de violencia hacia sus personajes femeninos siempre fueron uno de los aspectos más criticados de Game of Thrones, y el último episodio pone de manifiesto nuevamente el problema de la poca diversidad detrás de cámara. En las ocho temporadas de la serie, Michelle MacLaren fue la única mujer convocada para dirigir un total de cuatro episodios, el último en 2014. Y solo dos guionistas femeninas, Jane Espenson y Vanessa Taylor, participaron en nueve capítulos de toda la serie.

Con su inminente final, Game of Thrones deja también atrás muchas cuestiones para repensar y corregir a futuro en otras producciones de este calibre. Por lo pronto, "The Long Night" - precuela de la serie que se estrena en 2020, protagonizada por Naomi Watts - tendrá una mujer en la posición de showrunner: Jane Goldman, autora del guión de "Stardust: El Misterio de la Estrella".