Game of Thrones llegó a su fin y los gritos de millones de fanáticos se escucharon a lo ancho del globo y resonaron en las redes sociales. Es cierto que nadie esperaba que el final de la serie estuviera a la altura de las primeras temporadas, pero sinceramente ni el más pesimista de nosotros podía imaginar lo que vimos en pantalla. Intentando justificar estos caprichos del guión, Emilia Clarke y Kit Harington hablaron en exclusiva con el portal Entertainment Weekly acerca del camino recorrido en la última temporada.

“[Daenerys] Realmente empieza con las mejores intenciones y esperando que nada atente contra su plan,” dice Emilia Clarke después de contar que lloró y caminó por horas cuando leyó el fatídico destino de su personaje. “El problema es que a los Starks no les gusta y lo ve. Piensa: ‘Bueno, una chance’. Les da la chance, no funciona y ya está demasiado involucrada como para dar un paso atrás.”

Clarke explica que para Daenerys el dolor, el sufrimiento y la pérdida fueron parte del recorrido y la reivindicación de su destino: ser la única esperanza de un mundo en decadencia. La desconfianza de los que debían prometer lealtad, la muerte de sus grandes consejeros y amigos y finalmente el rechazo del amor al que se aferraba resultaron en un quiebre emocional.

“Hay un último hilo al que se aferra: este hombre. Y piensa, ‘Me ama y creo que es suficiente’. Pero ¿es suficiente? Es la esperanza de que alguien la aceptará por todo lo que es y finalmente no lo hace.”

Respecto de la decisión de Jon de asesinarla para proteger el bien común, la actriz piensa en el pasado trágico de quienes se enamoraron del alguna vez bastardo de Ned Stark y bromea diciendo que no se siente mal por él. 

"Hay un último hilo al que se aferra: este hombre. Y piensa, ‘Me ama y creo que es suficiente’."

“No le gustan las mujeres, ¿no? Sigue matándolas. No. Si me tuviera que poner en sus zapatos no sé qué hubiera hecho. No sé, ¿quizá discutirlo conmigo? ¿Pedirme una opinión? ¿Advertirme? Es como estar en medio de una llamada con tu novio y que te corte y nunca vuelva a llamar.”

Clarke puede no haber estado de acuerdo con las decisiones de Daenerys pero como le enseñaron que “el personaje siempre tiene razón”. Al fin y al cabo —se pregunta— “¿qué más podía hacer?”. 

“No es que de repente va a decir: ‘Bueno, voy a poner la pava y galletas en el horno y vamos a sentarnos a pasarla bien y tener un par de hijos’. Eso nunca iba a suceder. Es una Targaryen.”

Por su parte Harington anticipaba la polarización del público pero asegura que en retrospectiva el súbito cambio de Daenerys está justificado. “Hizo cosas terribles. Crucificó gente. Los quemó vivos. Esto ha sido un proceso en construcción que le dice a la audiencia: ‘Ustedes también han negado la realidad de esta mujer. Sabían que algo estaba mal. Ustedes son culpables, ustedes celebraron sus actos.’”

No estamos seguros que culpar al público es lo más indicado, en particular cuando el gran problema con la serie no es el desenlace de los arcos argumentales sino lo apresurada que resultó su resolución. Ni hablemos de una serie que se encargó de mostrar mujeres empoderadas y liquidó a sus “villanas” en brazos de sus amantes y puso a Sansa y Arya en el papel de damiselas en peligro para justificar la decisión de Jon. 

El actor también se hace eco del problema de representación de la serie y se enrosca en la explicación intentando justificar un desenlace que la serie no construyó apropiadamente.

“La justificación es: ¿por qué deberían ser buenas sólo por ser mujeres? Son los personajes más interesantes de la serie. Y eso es lo que Thrones ha hecho siempre. No podés decir simplemente que las mujeres poderosas van a terminar siendo buenas personas. Dany no es un abuena persona. Va a generar discusión pero no hay nada que la serie haya hecho que no fuera honesto con los personajes. ¿Y cuándo vieron una mujer interpretar a una dictadora?”

Sacate para cuidarte Jon.