Ir al contenido
Logo
Cine y series #Coronavirus#Netflix#Para ver#Juicios mediáticos

Análisis | Juicios Mediáticos, una docuserie con muy poco para ofrecer

Netflix estrena una nueva serie de true crime donde, además de los acusados, pone bajo la lupa el contexto social y mediático.    

Análisis | Juicios Mediáticos, una docuserie con muy poco para ofrecer

Si algo dejó bien en claro Ryan Murphy y sus dos temporadas de “American Crime Story” -“The People v. O. J. Simpson” (2016) y “The Assassination of Gianni Versace” (2018)- es que el morbo vende, mucho más cuando se asocia a la nostalgia mediática de la década del noventa, donde estos casos cobraron mucha más relevancia gracias a la exposición televisiva. Mientras que Murphy juega con la ficción y su particular visión de los acontecimientos, Netflix sigue sumando exponentes del ‘true crime’ de la mano de “Juicios Mediáticos” (Trial by Media), docuserie de tan solo seis episodios, que rescata algunos de estos resonados litigios, los cuales convirtieron a las cortes en una nueva forma de entretenimiento.

Tomando en cuenta el panorama actual, en el que las celebrities solo necesitan echar mano a sus redes sociales para crear alguna controversia, “Juicios Mediáticos” rescata una época donde el drama mediático todavía estaba en sus primeras instancias y llegó a su apogeo, justamente, con el caso de O. J. Simpson en 1994 o el escándalo político/sexual entre Bill Clinton y Monica Lewinsky. En el medio, proliferaban controversiales programas de entrevistas como el de Jerry Springer o Jenny Jones, donde el sensacionalismo estaba a la orden del día.

Bajo el precepto de “la mejor telenovela es la vida real”, los productores de estos shows buscaban (y siguen buscando) explotar el drama de sus ‘invitados’ y apelar al voyerismo del espectador, a través de la manipulación y la llamada “televisión emboscada”, muchas veces, sin medir las consecuencias ni hacerse cargo de los daños. Así, “The Jenny Jones Show” se convierte en el escenario de “Los Muertos del Show” (Talk Show Murder), el primero de estos seis capítulos, detonante del asesinato de Scott Amedure, quien durante el programa emitido el 6 de mayo de 1995, no tuvo ningún pudor en confesar la atracción que sentía por Jonathan Schmitz, un conocido, en apariencia, heterosexual. Tres días después de que ambos aparecieran en el estudio de televisión, Schmitz confrontó a Amedure y le disparó dos veces, causándole la muerte.

Pronto, el crimen copó todas las tapas de los diarios y los programas noticiosos. Cada detalle íntimo de la víctima y el acusado se exhibieron y analizaron a nivel nacional, y el juicio llevado  a cabo en la corte de Michigan no fue muy diferente a una ficción dramática del prime time. Pero “Juicios Mediáticos” no se queda solamente en el caso judicial y la condena de Schmitz, sino que va un poco más allá, repasando las repercusiones posteriores cuando la familia de Amedure decide responsabilizar también a los productores de Warner Bros., culpándolos de explotación y negligencia. 

Jenny Jones también en el banquillo

En el camino queda una víctima a la que se le achaca cierta responsabilidad, un victimario con historial de enfermedades mentales y una familia claramente homofóbica, y un montón de horas para entretener a las masas con los detalles más escabrosos. Geoffrey Fieger, abogado arrogante y mediático, tuvo a su cargo este segundo litigio; un ave de presa que buscaba armar su propio circo y explotar la historia en su propio beneficio. Esta primera hora de la docuserie de Netflix logra sumar testimonios de algunos allegados de Amedure, pero ninguna palabra oficial por parte de su asesino.

Los creadores -GeorgeClooney en uno de los productores- siguen un esquema bastante genérico y elemental basado en imágenes de archivo y testimonios, con la clara intención de apartarse objetivamente del caso criminal en sí y concentrarse en la influencia de los medios. El análisis se queda corto porque el impacto dramático siempre está condensado en la transgresión, y aunque intenta sumar temas coyunturales como los crímenes de odio, nunca hay una verdadera reflexión por parte de los entrevistados, ya sean abogados o miembros de la prensa.

La TV que lo juzga todo

La condescendencia y la reiteración constante de los mismos hechos, sin agregar nueva información o un estudio más profundo desde lo social -tal vez una excusa para rellenar una hora de narración-, no ayudan a que “Juicios Mediáticos” sea un producto más atrayente y relevante o que sobresalga entre otros del mismo género. El resultado igual entretiene e “informa”, de manera más cercana a un documento histórico que busca rescatar estos casos alejados en el tiempo, los cuales, en su momento, sacudieron a la opinión pública.   

Ultimas Noticias