La sensación de comer el primer churro de la temporada es imbatible, sobre todo con el sol de frente y la sal marina pegada en la piel. Pero el clásico argentino hace rato que dejó de ser un consumo exclusivo del verano: se consigue en panaderías y cafeterías durante todo el año. Ahora bien, sin discutir el talento de los panaderos y pasteleros de barrio, la oferta se sofisticó y amplió, con emprendimientos especializados que se ocupan únicamente de preparar churros artesanales, en variantes clásicas u originales con ingredientes dulces y salados. A continuación, cinco lugares para tener en cuenta si vivís en Buenos Aires o alrededores:

1. Alain Delon 

La churrería más reciente de la ciudad: de los mismos dueños de la cadena de hamburgueserías Deniro, acaba de abrir sus puertas en Caballito, después de una primera experiencia itinerante en el Lollapalooza. La carta es completísima, con opciones dulces y saladas. Estas últimas incluyen churros rellenos de remolacha y mascarpone espolvoreados con cacao o rellenos de puré de palta; dentro de las dulces, el abanico es más diverso, con churros tradicionales, rellenos de dulce de leche o de Nutella, bañados en chocolate, rellenos de Lemon Pie con baño de chocolate y lima, rellenos de tiramisú, rellenos de crema de maracuyá con baño de chocolate blanco y la lista sigue. La dirección es Av. Pedro Goyena 289. 

2. Juan Pedro Caballero 

¿Ubicás Niño Gordo? ¿La Carnicería? ¿Chori? Todos tienen algo en común: a Pedro Peña y Germán Sitz, los cocineros y restaurateurs que se propusieron sacudir la escena gastronómica porteña (y lo lograron). El combo de buena comida + excelente ambientación + concepto original ya es su marca registrada y está aplicado también a Juan Pedro Caballero, la churrería que inauguraron en septiembre de 2018 en Palermo. Ya desde afuera tiene una estética curiosa, cruza entre española y argentina, que sigue sorprendiendo hasta en el producto: los churros son prolijamente montados con ingredientes que exceden al dulce de leche. Hay de Lemon Pie (con curd de limón y merengue), de chocolate con cacao 70% y peperonccino, de coco con mango y maracuyá, de jamón crudo y tomate y de ricota con pistacho y toffee. Una locura. La dirección es Thames 1719.

3. La Churretería

El Mercado de San Telmo no es lo que era: los locales de ropa usada y objetos vintage cerraron y dejaron espacio a nuevos emprendimientos gastronómicos, que comenzaron a copar el lugar en convivencia con las verdulerías, carnicerías y granjas sobrevivientes. Hoy, en un recorrido culinario saturado de propuestas, se pueden comer platos españoles, franceses, suizos, mexicanos, peruanos, vietnamitas y más. En esa enorme oferta está La Churretería, que además de vender los infaltables churros de dulce de leche a los turistas hambrientos, es uno de los pocos -sino el único- lugar de Buenos Aires donde se pueden probar los churros madrileños, más alargados, finitos y livianos que los nuestros. También hay porras: churros que se unen en los extremos, formando una suerte de óvalo, bañados en chocolates y granas. Hay alternativas dulces (con Nutella, con frutos rojos, con pastelera y hasta con masa de Oreo) y saladas, que van desde queso azul con jamón a Cheddar y panceta. La dirección es Defensa 961, local 120.

4. La Churrería Sin Gluten 

Con la experiencia de Alejandra Temporini -cocinera y profesora especializada en la preparación de platos libres de gluten- y de Adrián Montesoro -fundador de las páginas y comunidades Modo Gluten Free y Green Vivant- esto no podía salir mal. En 2017, juntos crearon La Churrería Sin Gluten, una tienda callejera de churros artesanales aptos para celíacos. Desarrollaron una mezcla de harinas gluten free y se lanzaron a hacerlos en vivo y en directo en eventos como la Feria SIN TACC o Buenos Aires Market. Todavía no tienen local a la calle, pero sus seguidores recorren toda la ciudad cuando anuncian nuevas participaciones en festivales gatronómicos. Los hacen sin relleno y azucarados, bien clásicos, con relleno de dulce de leche orgánico de Estancia Las Quinas o bañados en chocolate Águila. Simples, pero infalibles, y un verdadero gol de media cancha para aquellos que tienen prohibido el churro en su receta tradicional. Este 8 y 9 de junio van a estar en Parque Centenario (Av. Díaz Vélez 4800) de 10 a 18 horas. Después, conviene seguir su agenda en las redes sociales. 

5. Chuck

Una idea millonaria: churros, con el sabor que recordamos desde siempre, pero en tamaño reducido para poder comerlos de un solo bocado. Se llaman "Mini Bites" y son obra de Chuck Churros o, mejor dicho, de Catalina Quintela, la mente detrás de la marca. Desde principios de 2018 comercializa su creación a domicilio, con delivery que parte de Palermo, o en eventos privados. Los Mini Bites vienen rellenos de dulce de leche, Nutella o Bon o Bon, clásicos, con masa de Oreo o bañados. Pero no se termina ahí. En Chuck hay otro spin-off de los churros tradicionales: los "Plain", que son más parecidos a un bagel en la forma redondeada, y se pueden probar con tres baños distintos de chocolate: con crunch de cereales, con lluvia de Oreo o con crunch de avellanas. Los pedidos se pueden hacer por mensaje privado en Instagram y las consultas para fiestas y reuniones por mail, escribiendo a eventos@chuckchurros.com.