La oferta porteña de restaurantes veganos es cada vez más interesante y facilita la experimentación de los paladares carnívoros que no están decididos a eliminar el asado, las milanesas, los huevos y los lácteos.
En esta nota tres lugares para que pruebes durante el fin de semana y celebres el Día mundial del veganismo que es este 1 de noviembre.
Sábado a la noche, Sacro: Costa Rica 6038, Palermo.
Es un restaurante de alta gama con un diseño elegante y actual, un patio selvático y una carta de platos que se luce por su creatividad, es el lugar perfecto para una cita romántica, para una cena formal, para invitar a padres excépticos o para darse un gusto high class.
Conviven sabores de todo el mundo en preparaciones como el milhojas de alcaucil de Jerusalem con salsa romesco y hoja cítrica, los dumplings de kimchi con espuma de jengibre y cilantro o los ravioles de boniato con trufa y gírgolas.
Domingo al mediodía, Estilo Veggie: Fitz Roy 1941, Palermo.
Es una suerte de fast food con un servicio mejor que el de las hamburgueserías y una comida decididamente más natural. Los domingos ofrecen brunch entre las 12 y las 16 horas, con café y té libre, plato principal, granola o torta y cerveza o jugo. Los precios en general son accesibles.
¿Qué se puede comer? Hamburguesas, panchos (por ejemplo, de salchicha vegetal con salsa ranch, tomates secos, verdeo, "panceta" y papas pay), wraps (muy bueno el de falafel con lechuga, veganesa, palta, cebolla morada y tomates asados), sándwiches varios, bowls (tentador el de hongos portobello rellenos de crema de castañas de cajú con probióticos y brotes), tapas y más.
Domingo a la noche, La Reverde: Montevideo 40, Congreso.
Es una "parrilla" que trabaja casi todo su menú con seitán, una especie de "carne" elaborada a base de gluten de trigo. Acá hay matambrito, vacío, choripán (su icónico "chorisaurio" es un sándwich gigante de chorizo vegetal bien logrado), milanesas.
Entre lo que más recomendamos están las empanadas de carne, que no son de seitán sino de soja texturizada, pero tienen un sabor muy similar a las versiones caseras de toda la vida.
Conviene ir temprano por dos motivos: se suele llenar muy rápido porque es chico y tiene alta demanda, es bueno, bonito y barato.