Como ya se había anunciado en el comienzo de la semana, Mauro Vigliano y Fernando Rapallini se disputaba la posibilidad de dirigir el encuentro más importante del fútbol argentino. Con los números en el bolillero, el azar se inclinó por el primero, que no tiene un buen pasado para los hinchas del equipo de Guillermo.

Acompañado por los asistentes Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti, Vigliano tendrá la chance de redimirse de aquel encuentro en 2014 en el Estadio Monumental, que terminó en empate 1 a 1 (Magallán y Pezzella), en un partido que fue muy recordado por un penal mal cobrado a Boca por una supuesta mano de Gago, que no existió, y que le costó la roja al volante.

Ahora, en la Bombonera, buscará pasar lo más desapercibido posible, en un Superclásico que ya se calentó en la previa con las declaraciones de algunos jugadores de ambos lados, principalmente por Lucas Pratto, que desafió al eterno rival, asegurando que River tiene "más personalidad para estos partidos".