La novela de River y Boca cerró con el gol de Gonzalo Martínez en el minuto 120 de juego en el Bernabeu, sin embargo, las críticas a la Conmebol por parte de los hinchas de Boca por considerar que no se utilizó la misma vara, entre otras quejas de Independiente y Gremio, despertaron suspicacias sobre una ayuda del ente continental a River Plate.

Con varias críticas a su presidente, Alejandro Domínguez, la Confederación Sudamericana de Fútbol quedó en el foco por la decisión de quitar la final de la Copa Libertadores del continente y los que más criticaron dicha situación fueron los dirigentes del Millonario, que no pudieron jugar la tan ansiada definición en el Monumental.

A poco más de un mes de aquella final, el dirigente paraguayo reapareció ante la prensa con la mira en la nueva edición de la copa, además de la Recopa Sudamericana que jugarán River y Atlético Paranaense (campeón de la Sudamericana) y aquí vuelve a desatarse la polémica.

Según informó Domínguez en una entrevista en Fútbol A Lo Grande, remarcó que por cuestiones de calendario, los encuentros se jugarán una vez que se cierre la fase de grupos de la nueva edición de la Libertadores. La misma termina en la primera semana de mayo, pero la cuestión a analizar es lo que ocurre con River.

Como resultado de los incidentes en la previa de la final con Boca, el Tribunal de Disciplina determinó dos partidos a puertas cerradas para el club de Núñez. Inicialmente, esto iba al partido de vuelta de la Recopa, pero ahora será para los dos primeros encuentros de Copa Libertadores, lo que despertó bronca.

Varios clubes entienden que el hecho de que el Millonario tenga la posibilidad de jugar como local con hinchas la disputa directa por un título, significa una ventaja para el club y todo se resuelve a partir de una decisión de Conmebol de modificar el calendario. Por le momento la decisión no está confirmada ¿habrá vuelta atrás?