Combs llegó al estado de Oregon con el objetivo de superar la marca que estaba en poder de la estadounidense Kitty O'Neil, quien también había utilizado ese escenario en 1976, para romper la barrera de los 825 km/h a bordo de un vehículo de tres ruedas.
No era la primera vez que la estadounidense intenbata superar la marca, ya que había marcado un récord de 640 km/h en 2013, pero por problemas técnicos nunca fue validada esa nueva cifra. En agosto pasado, fue por la marca y cuando corría a 885 km/h se terminó accidentando y muriendo.
"Jessi Combs estaba muerta. Las causas del siniestro son desconocidas y son actualmente objeto de investigación", dijo la Policía horas después del accidente, y luego se expresó que un objeto impactó contra el tren delantero, provocando el colapso de las ruedas. Combs muríó por un fuerte traumatismo craneal.
El fallecimiento de la nacida en Rockerville, Dakota del Sur, era todo una incógnia sobre cómo había sido el accidente, y ahora apareció un video en el que se puede ver el rastro de arena que dejaba la nave cuando superaba la marca.