En el mundo del tenis, muchos jugadores usan algunos elementos especiales que les benefician pero que no sacan ninguna diferencia. Desde gafas y pulseras, pasando por las clásicas gorras o vinchas de algodón, la nota la dio Rafa Nadal con un reloj en su muñeca llamativo, pero que esconde detrás varias curiosidades.

Desde hace varios meses, el español lleva jugando con este reloj de 800.000 euros desde hace tiempo como una especcia de amuleto que le funciona, y Wimbledon no es la excepción. Como mínimo, ese reloj se ha convertido en una de las piezas más caras durante un encuentro deportivo.

Se trata de un Richard Mille RM 27-03 Tourbillon, un modelo de la empresa de edición limitada, que hace un tiempo ha tenido a Nadal como la gran cara de la compañía y ya ha lucido varios diseños en los torneos en 2019. 

Algunas cosas que hacen diferente a este reloj es lo que pesa: tan solo 20 gramos. Titanio y carbono son los materiales principales y detalles como la aleación marcan la diferencia más notable respecto a los de sus competidores como Rolex (Federer lleva uno de 12.000 euros) o el Seiko de Djokovic (1.800 euros).

Otra de las claves para que Rafa lleve la marca fue la conversación con el Rey Juan Carlos, coleecionista de relojes y que le recomendó su uso. Sin embargo, además de ser ligero, el mismo debe soportar las sacudidas del tenista zurdo, y por eso es capaz de soportar sacudidas de hasta 10.000 G. Para entender su tecnología, un hombre, por ejemplo, podría perder la vida con 50 G de fuerza.