En el Camp Nou, Barcelona buscaba demostrar el buen nivel de la goleada ante Villarreal y tenía por delante la chance de hacerlo ante Espanyol, en lo que se presentaba como una nueva edición del derby de Cataluña, pero además con el sabor de poder condenar al descenos al equipo "Periquito".

Así, los dos equipos se vieron las caras en un vacío estadio y como se presentaba en la previa, el local fue el que se hizo cargo de las acciones y del dominio de la pelota, aunque sufrió de contra y las chances más claras estuvieron en el arco de Ter Stegen, que respondió en varias oportunidades y además tuvo la ayuda del palo.

Sin mucha profundidad y con poco nivel, Barcelona apostó en el segundo equipo por un equipo utraofensivo de tres delanteros y Lionel Messi por detrás. Sin embargo, en apenas cuatro minutos de juego, Ansu Fati vio la roja por una dura patada, cambiando todos los planes. Sin embargo, para su fortuna, a los tres minutos el partido iba a estar 10 vs 10 con la expulsión de Pol Lozano.

Apenas pocos minutos despúes, iba a parecer la apertura del marcador en los pies de Luis Suárez, luego de una combinación con Lionel Messi y Antoine Griezmann, donde la fortuna iba a jugar en favor del uruguayo para marcar su 195° gol y convertirse en soledad en el tercer máximo goleador en la historia de Barcelona, detrás de Lionel Messi (630) y César Rodríguez (232).

Con este resultado ,además, Barcelona acortó la distancia con Real Madrid y quedó a una unidad de la cima, aunque el conjunto merengue deberá enfrentar a Alavés para ponerse al día. Por otro lado, Espanyol descendió por primera vez en 27 años con un plantel que serpa practicmanete desmantelado y donde militan los argentinos Matías Vargas, Jonathan Calleri y Facundo Ferreyra.