Cada Superclásico es único. Sin embargo, hay algunos que, ya sean por un gol, una jugada o el título que estaba en juego más allá del honor de ganarle al rival de toda la vida, quedan marcados a fuego en la historia.

En esa lista está anotado el Boca-River del 29 de septiembre de 1996, el del "nucazo" de Hugo Romeo Guerra, quien falleció durante la madrugada de hoy viernes 11 de mayo a los 52 años, a causa de un paro cardíaco.

Aquella tarde en La Bombonera, Boca recibió a un River que llegaba con los laureles de ser campeón de la Copa Libertadores. El equipo Xeneize estuvo al frente del marcador en dos oportunidades, con goles de Roberto "Tito" Pompei y Gabriel Cedrés, de penal. Pero el Millonario se encargó de empatar el encuentro por medio de Marcelo Salas y, luego, de Juan Pablo Sorín.

El reloj marcaba casi el tiempo cumplido y la historia parecía condenada a la igualdad. Pero Boca tuvo una más. Mauricio Pineda se paró para patear un tiro libre, lanzó el centro al área y allí, Hugo Romeo Guerra saltó de espaldas, le ganó en el aire a Eduardo Berizzo y con la nuca impactó la pelota que fue inatajable para el arquero Germán "El Mono" Burgos y se estampó en la red para siempre.

Inmediatamente, el festejo del uruguayo quedó tan inmortalizado como el mismísimo gol: se trepó al alambrado y gritó cara a cara con los hinchas de Boca el triunfo ante los primos por 3 a 2.