El fútbol esconde tantas historias detrás de los fichajes de grandes futbolistas que terminaron siendo estrellas inesperadas o grandes fracasos. Aún así, siempre hay componentes por detrrás que incluyen a dirigentes, jugadores y consultores que terminan de inclinar la balanza para un lado o para el otro, y en el caso de Sergio Agüero el que "jugó" de verdugo fue Jhon Terry.

El histórico capitán de Chelsea era figura en el equipo que ya se había convertido en el principal rival de Manchester United y que en la temporada 2009/10 se terminó quedando con un nuevo título de Premier League. Sin embargo, todavía le faltaba dar el salto internacional y las aspiraciones en la Champions quedaban ahí.

Para eso, Roman Abramovich, el dueño del club y principal inversor, estaba evaluando alternativas y una de las que surgió era sumar a Sergio Agüero que la venía rompiendo en Artlético de Madrid. Llegado de Independiente, los números en España convencián, pero el "Colchonero" pedía una fortuna.

La plata estaba y el interés también seguía vigente por parte del empresario, y en la misma línea aparecía Carlo Ancelotti, entrenador de Chelsea, que dio el visto bueno para sumarlo en una delantera brutal con Didier Drogba, relegando a Nicolás Anelka, que ya superaba los 30 años y no terminaba de convencer.

Sin embargo, llegó un momento que terminó siendo clave. Los "Blues" y Atlético de Madrid se cruzaron en la fase de grupos de Champions en 2009. En la ida, fue goleada 4 a 0 para los ingleses como local y la vuelta terminó 2 a 2 en Madrid con dos tantos del "Kun" Agüero, uno en el final del partido.

Tras el mismo, el convencimiento en Londres estaba y se preparó una oferta de 40 millones de euros lista para mandar a Madrid, pero antes de todo apareció una última palabra. John Terry, capitán, fue comentado del tema y a diferencia de Ancelotti y Abramovich, no se mostró sorprendido por el nivel del argentino y desconfiaba de hacer esa inversión.

The Ahletic, el diario que trae a la luz la historia, comenta que el delantero pensaba en otros jugadores como David Villa, que brillaba en Valencia, o el francés Frank Ribery, que ya estaba en Bayern Munich. Aún así, la oferta se hizo, pero sin convicción y fue rechazada por el Atleti, que prentedía 10 millones más.

Finalmente, Chelsea se inclinó por la mirada del defensor central y optó por la opción de firmar a Daniel Sturridge de Manchester City, y en el mercado siguiente, Agüero fue a parar al equipo ciudadano donde la historia se empezaba a escribir a base de goles y títulos, por solo 45 millones de euros.

En ese tiempo, el "Kun" se transformó en uno de los delanteros más letales del mundo, el mejor jugador de la historia del club, uno de los máximos ganadores con 12 títulos,  y sumando 244 goles y 71 asistencias en 353 partidos, es máximo goleador del Manchester  City.

Probablemente los hinchas del Chelsea se lamenten de vez en cuando por no haber acertado la decisión, pero tan mal no les fue por que dos años más tarde serían campeones de Champions League y volverían a levantar la Premier League con otras estrellas. Pero sin dudas la decisión de Sturridge por Agüero rondará para siempre en la cabeza de Abramovich, Ancelotti y, por supuesto, John Terry.