Paula Pareto está de festejo. Esta vez no se trata de una nueva medalla en su gloriosa carrera ni de un título universitario. La Peque está cumpliendo 35 años de una vida repleta de emociones.

La judoca construyó desde las bases una carrera impresionante que a puro mérito propio la convirtió en una referente indiscutible del deporte argentino.

Si de logros se trata, podemos sentarnos un buen rato a repasar las decenas de medallas que se colgó en todos los torneos habidos y por haber, ya sean a nivel Sudamericano, Panamericano o Mundial. Entre las más destacadas se asoman la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y la de bronce en Beijing 2008, además de haberse consagrado campeona del mundo en Kazajistán 2015.

La oriunda de San Fernando es la primera mujer en la historia argentina en subir a lo más alto de un podio olímpico, y además es la única deportista nacional que logró ganar dos medallas olímpicas en deportes individuales.

Como si fuera poco lo que hace arriba del tatami, Pareto también es una campeona en el Hospital de San Isidro, donde cursa su residencia como traumatóloga.

Durante el año pasado, la Peque vivió sus días a pura capacitación por si la llegan a necesitar para atender pacientes con coronavirus (COVID-19), al tiempo que aprovechaba su tiempo libre y cuanto elemento tenía en su casa para entrenarse mientras rigió la cuarentena en el país, hasta que pudo volver al gimnasio para prepararse junto a sus compañeros y a competir, con la mira puesta en Tokio 2020 +1.