Racing arregló de palabra en la noche del viernes la venta de Ricardo Centurión a Vélez Sarsfield por 2,5 millones de dólares por el 50% del total de su ficha, según informaron varios periodistas partidarios.

A pesar de las intenciones de Boca y de la propuesta insuficiente de San Lorenzo, Centu decidió continuar en el equipo de Liniers donde se encontraba a préstamo desde principio de año y allí disputó 8 partidos y marcó 2 goles.

Aún no se reveló la forma de pagó y quedó desestimada la posible llegada a la Academia de Tomás Guidara, lateral por la derecha, por quien había demostrado interés en sumarlo a la negociación en caso de que el Fortín no llegue a abonar esa suma de dinero, teniendo en cuenta que la pandemia perjudicó económicamente a todos los clubes y esto así se verá en el mercado de pases.

Es la cuarta vez que Racing se desprende del extremo por una venta, en 2013, lo vendió por 7,5 millones de euros al Anzhi de Rusia, pero no pasó la revisión medica por una malformación en el tobillo, se operó y a último momento el equipo ruso intentó cambiar la negociación y todo se cayó.

Seis meses después, el Genoa se lo llevó a préstamo con obligación de compra en una operación que rondó los 4,4 millones de euros, pero el club italiano nunca abonó lo acordado y regresó a Avellaneda. En 2015, el San Pablo le compró de una vez por todas el 70% del pase por 4,2 millones de euros.

Tras ser cedido a préstamo a Boca y posteriormente al Genoa de Italia de nuevo, Centu estaba a la deriva porque ningún club quería hacerse cargo de sus actos de indisciplina e irresponsabilidades. Por este motivo, Racing compró el 70% del pase en casi 5 millones de dólares para ayudar al jugador y revalorizarlo.

En la Academia, solo jugó cuatro meses buenos desde que volvió, se dibujó la camiseta de Boca sobre la de Racing, empujó al técnico, pensó siempre en él mismo, se peleó a piñas con un juvenil, fue a México a préstamo, lo devolvieron y tras seis meses en Liniers, Vélez compró su pase.