No fue una buena noche para Rafael Nadal en el Australian Open, que encima terminó con una derrota ante Dominic Thiem por 7-6 (7-3), 7-6 (7-4), 4-6, 7-6 (8-6) y la eliminación en los cuartos de final del primer Grand Slam de la temporada.
La primera situación insólita que vivió fue antes de entrar al estadio. El español no llevaba una identificación que habilitara su acceso. En la puerta para ingresar a las zonas exclusivas para jugadores y periodistas acreditados, se topó con una persona de seguridad que lo detuvo para pedirle la credencial. Al no tenerla encima, Nadal se paró, hizo un gesto indicándole que la tenía la credencial dentro y se rió. Finalmente, apareció otro guardia, habló con su compañero y lo dejaron pasar.
Retuvieron a Nadal por no tener la credencial de acceso (video Eurosport)
Luego, el número uno del mundo pasó de la risa irónica al enojo. En pleno intento de remontada tras perder el primer set e ir arriba 3-2 en el segundo (15-30), ambos tenistas protagonizaron uno de los mejores puntos del partido que despertó los aplausos del público.
Pero la juez de silla puso a correr rápidamente el tiempo disponible que tienen los jugadores para realizar el siguiente saque y Nadal lo consumió rápido, lo que le costó un warning (advertencia).
Ante esta situación, Nadal no reaccionó bien y se acercó a la jueza para recriminarle y hacerle entender que el punto anterior había sido tan disputado que ameritaba un poco más de tiempo para recuperarse. Entonces, lanzó: "Es increíble que después de un punto así pongas el tiempo a correr. No te gusta el buen tenis".