Sergio Hernández había anunciado el final de su ciclo en Argentina a los pocos días del final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde además se confirmó la salida de Luis Scola, que manifestó no volver al equipo aunque no tuvo la despedida oficial, mientras se especula con su continuidad en el circuito.

En este presente, se dio por oficial la salida del "Oveja", que se presentó junto a Fabián Borro, presidente de la Confederación Argentina de Basquetbol (CAB). "La partida de Sergio es un hasta luego y no un adiós definitivo. Estos entrenadores que hemos tenido en este circuito virtuoso del básquet argentino, que empezó Horacio Muratore hace más de 25 años, van a estar siempre vinculados y cerca de la CAB", aseguró.

En la despedida car aa cara, el máximo dirigente le obsequió una camiseta argentina, con el N°1 y el nombre del entrenador en la espalda, despidiendos luego de 12 años como entrenador principal (2005-2010 y 2015-2021) y uno como asistente (2012). Tras la entrega, fue turno de sus declaraciones.

"Me voy feliz y tranquilo. Lo disfruté un montón pero me parece que hay momentos en que se cumplen las etapas. Y es hora de que comience un nuevo proceso, lo creo sinceramente. No tengo tantos motivos para dejar la Selección, pero siempre mi carrera tuve la intuición de cuando parar y empezar algo nuevo. Y seguirla es algo que me ha dado resultados. Hoy siento que tengo que tomar otro camino y que un nuevo entrenador debe comenzar una nueva etapa en la Selección", manifestó.

"Esto no es nada traumático porque acá lo importante es la Selección, no soy yo. Y la Selección no es de nadie. En realidad es de todos y esa es la sensación que debe primar. Todos estamos para hacer más grande al básquet argentino, cada uno desde su lugar. Yo dejo el cargo de seleccionador nacional, pero seguiré en otro. Entonces, no me considero que me estoy yendo...".

El "Oveja" también agregó: "Continuaré siendo parte de algo más grande, de lo que yo soy solo una pequeña pieza. Por suerte tenemos muy buenos entrenadores y yo voy a estar a disposición del que llegue, para que el sucesor tenga las herramientas y una base desde donde partir".

 Hernández deja el cargo con enormes marcas siendo la mayor cantidad de partidos oficiales dirigidos en la historia de la Selección (116) y el mejor porcentaje de triunfos (72.4%, récord de 84-32). Además, dirigió 3 mundiales y tiene el segundo récord ganador (21-5), detrás del estadounidense Mike Krzyzewski.