Peter Shilton mostró ser el jugador más reconcoroso que existe y existió en el fútbol. Desde hace 34 años pedía constantemente que Diego Armando Maradona le pida perdón por haber convertido un gol con la mano. Increíble. Han pasado robos mayores, patadas y lesiones graves y el arquero inglés sólo quiere figurar, sino no se entiende.

Sin embargo, el inglés no necesita esto. No sólo es el jugador con más partidos oficiales disputados en su carrera supernado récords que parecen imposible de igualar, sino que con 125 encuentros con la camiseta de su país es quien más la representó en la historia. Sin embargo, lo que vivió esa tarde en el Estadio Azteca lo terminó de poner en el mapa del mundo y para mal.

Tras conocerse el 25 de noviembre la muerte de Maradona, el mundo del fútbol lloró pero Shilton volvió a sacar la carta de la jugada con la mano, pero esta vez ni uno de sus ex compañeros lo aguantó y le retrucó. En este caso fue Paul Gascoigne, un jugador exquisito pero al que las adicciones lo llevaron por el mal camino y muchos aseguran que desaprovechó su talento.

En una entrevista para la televisión de Inglaterra, Peter expresó: "Diego fue grande, pero no era un ejemplo en lo deportivo. Nunca me pidió perdón por ese gol que hizo con la mano. Me relacionan siempre con él, pero no de la forma como quisiera. Todo podría haber acabado con un saludo inglés y su pedido de disculpas".

Cansado un poco por esta situación, Gascoigne se puso la camiseta de Argentina por un momento y lo dejó en ridículo, causando las risas de todos los presentes, incluso de Shilton que no podía creer como "Gazza" lo había dejado en offside con su comentario, por lo que se terminó sumando a la broma.

"Diego es un ícono del fútbol, fue un honor compartir cancha con él. Es cierto que todos hablan de ese gol hecho con la mano, pero Shilty, sin ese gol no te conocería nadie", deslizó Gascoigne a lo que su ex compañero en Inglaterra deslizó: "Gracias por eso". Enorme "Gazza", que reconoció a Maradona como uno de los más grandes, dejando a un lado los rencores de esa jugada que solamente Peter Shilton tiene y por la que nunca recibirá sus disculpas.