Su nombre es Alejandro Lamarque pero a él le gustan que le digan "Palmiro Caballasca", el nombre del personaje que interpretó en la tira infantil "Señorita maestra". Sin embargo pese al éxito que consiguieron algunos de sus trabajos el actor (entre 1983 y 1985), tiene 51 años y vive en la indigencia en la localidad de San Vicente.
El hombre que es recordado por su frase "Me hirve la cabeza" (eso decía su personaje cada vez que tenía que completar una tarea y no le salía) mostró su intimidad ante las cámaras de televisión y aprovechó el espacio en Crónica TV para pedir un oftalmólogo para hacerse estudios, un colchón para dormir, alimentos y remedios.
"Me quedé ciego hace un año. Me dejé estar y me agarraron cataratas. Soy hipocondríaco y tengo la presión ahora en 20/10. No tengo quien me ayude. Vivo acá en el medio del campo y a la gente de este lugar no le puedo pedir nada más. Vine por seis meses y hace dos años que estoy acá", confiesa Palmiro desde su casilla.
"No tengo baño y tengo bolsas llenas de porquería porque nadie viene a sacarme nada. Mi hija tiene 20 años y dos pibes, está descerebrada. Le decís dos palabras y se pone histérica. Está a full con su familia y no quiere que hable de ella. Dice que le da vergüenza que yo cuente en Crónica cómo estoy viviendo", describió.
"En noviembre me caí por estar ciego y me rompí un brazo. Le pedí en el hospital que me lleven a que me operen los ojos y me dejaron tirado. Hay un chico que a veces me ayuda para hacerme las compras", relata.
Acerca de la falta de asistencia que tiene, relató que "Llamo a Desarrollo social para que me de la comida. Tengo un canuto guardado de dinero pero no tengo quién me vaya a comprar, porque los vecinos están lejos. Esto es campo y no tengo a nadie cerca de casa", describió.
"Si alguien que está viendo se copa, necesito que me hagan una ecografía para ver si lo de mis ojos es operable. Yo googleé todo sobre mi tema de los ojos y sé que en veinte minutos recupero la vista. Y si me curo me puedo arreglar solo. Tengo una camioneta acá en mi casa que si puedo ver la arreglo y vuelvo a laburar", contó entusiasmado.
El doctor Diego Martinelli que estaba en el estudio de Crónica por el tema del coronavirus, se comprometió a darle los medicamentos que necesita por dos meses. Un remisero de San Vicente se ofreció a llevarlo al oftalmólogo. También le consiguieron un colchón de dos plazas y gente que le iba a llevar alimentos.
Después Moranzoni se comunicó en vivo con el oftalmólogo José Arrieta, quien se comprometió a atenderlo en su clínica para hacerle los estudios necesarios y ver si puede resolverle el problema de los ojos.