El escándalo del año apodado "Wandagate" sigue dando que hablar y la mirada de los medios no logra correrse de la figura de Eugenia la China Suárez, quien en el día de ayer emitió un comunicado dando su versión de los hechos. 

Mientras que en París, Wanda Nara y Mauro Icardi siguen batallando dentro de su matrimonio e intentan ponerse de acuerdo, la mirada filosa y filosofica de Graciela Alfano puso un manto de piedad sobre la actriz, en medio de una catarata de violencia mediática, como hace mucho no vemos. 

Enojada, Grace se volcó a las redes sociales y dejo en claro su posición al respecto y apuntó la mirada hacia el hombre a quien responsabilizo de romper el contrato conyugal. 

En uno de los primeros tuits que escribió se preguntaba: "¿ Porqué cuando se produce una infidelidad en una pareja, se demoniza al “otr@“, que no tiene ninguna obligación para con nadie y no a la pareja que es quién juró lealtad?"

Y continuó:" La China tiene la obligación de conocer el contrato interno de relación de Wanda e Icardi ? Este contrato podría contemplar la posibilidad de una pareja abierta, con tantos “permitidos” extra matrimoniales para cada parte y más. Quién violó el acuerdo es él".

Luego generalizó y posteó: "Todos los que odiaban a @chinasuarez  por bella y exitosa, destrozándola sin piedad como si fueran carmelitas descalzas. El que esté libre, que tiene la piedra".

Muy metida en el escándalo del momento, se puso más filosofica y apuntó a aquellos que por estos días hacen un alarde de la moral y dijo: "Fiscales de camas sin juzgados, Defensores de una moral barata y caduca, Analistas de patologías humanas sin formación germinan como malezas. En 10 años, serán el ejemplo de la estupidez humana".

Visiblemente enojada por esta situación a la que considera injusta, Alfano también analizó que este revuelo parece estar sacado de “la Edad Media”. Para argumentar esta postura, enumeró: “Eugenia apedreada como en el siglo I. Icardi endiosado por ‘comerse’ semejante ‘carne’. Wanda llorando como mi bisabuela cuando el nono la ‘cuerneó'. Los paparulos de siempre prejuzgando, juzgando y sojuzgando”.

Para sintetizar su postura, la diva resumió todo el escándalo en dos puntos. "Primero, sostuvo que “nadie roba un marido (o mujer)”. Y reiteró que “nadie destruye un matrimonio”: “Al matrimonio lo destruyen los responsables de construirlo, que son los cónyuges. Dejemos de buscar culpables para no ser responsables de nuestras acciones”.