Érase una vez un príncipe que necesitaba encontrar a su princesa para asegurar la continuidad del legado de la casa Windsor, buscó y buscó hasta que encontró a una hermosa dama llamada Diana Spencer. Con una invitación  a su casa de campo y amigos de por medio, se formalizó la presentación del príncipe y la encantadora mujer. 

Luego de dar un paseo por la casa de veraneo de la familia real, la atracción de ambos se hizo notoria. El príncipe de Inglaterra había encontrado a la futura princesa. Con un par de encuentros más y 16 llamadas telefónicas, Carlos estaba listo para pedir la mano de Diana. Él tenía 32 años y ella apenas 20.

Tras 4 años, el día más deslumbrante para la comunidad inglesa, y el mundo entero, se hacía realidad. Un 29 de julio de 1981 a las 11: 30 el mundo se paralizaba para ver la consumación de esta historia de amor. 

La boda se realizó en la Catedral de San Pablo, todas las casas reales asistieron a la ceremonia, desde ese momento Diana Spencer se convirtió en Su Alteza Real la Princesa de Gales, o como la apodó el pueblo Lady Di. 

Del matrimonio nacieron dos hijos varones el príncipe Guillermo en 1982 y el príncipe Enrique en 1984. Unas 750 millones de personas vieron la boda real por televisión. 

Pero el matrimonio fue trunco desde el comienzo, ya que Carlos tenía un amor que la casa real no aceptaba y quién era su verdadero amor, de hecho es su actual esposa, Camila Parker-Bowles, y según dicen Diana se entero días antes de casarse de esta noticia, y de otras infidelidades de Carlos. 

El matrimonio duró 15 años y el 28 de agosto de 1996 se divorciaron y Diana se convirtió en la primera princesa no real de la historia del Reino Unido. 

En un trágico accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997 asediada por paparazzis Diana Spencer falleció en el interior del Túnel de l'Alma, junto a  Dodi Al-Fayed y el conductor del automóvil, Henri Paul. El único sobreviviente fue su guardaespaldas, que se salvó por ser el único de los pasajeros en tener puesto el cinturón de seguridad.