Ayer a la noche Mariana Nannis se sentó en el living de Susana Giménez y confesó: "Yo vine acá para salvar a mi marido" haciendo referencia a la drogadicción del ex futbolista, Claudio Paul Caniggia. Otros de los conflictos en su relación de hace más de 30 años es la prostitución: "A un enfermo le gustan las putas drogadictas", disparó.

"Tiene un problema de hace años y cada vez está peor. La plata de la familia se está patinando"

"Vine acá a sacarlo del entorno que tiene. El entorno de prostitución y drogadicción. Y a proteger mi dinero, porque también es mi dinero. Es de la familia, no se lo puede estar reventando con una prostituta por todos lados. Es el dinero que hizo estando al lado mio durante 30 años que me lo oculta", confesó.

"Hace como tres años que tiene un socio que es como su representante. Ahí empezó toda la hecatombe de esto: se lo empezó a llevar de viaje solo y a mí no me llevaba a ningún lado, me tenía como si fuese nada".

"Si tenés un socio y amigo que se va de joda todo el día con vos es normal que le moleste una mujer, porque una mujer no toma drogas, no toma alcohol, no sale de noche y respeta".

Mariana Nannis dijo que Paul no solo es adicto a la cocaína sino también violento: "Una vez volvió a las cuatro y media de la madrugada, yo ya había visto cuatro películas esperándolo" y cuando le reclamó por su larga ausencia él se sacó "le pegaba a las paredes, y me decía que no soy nadie. Me fui a la habitación, empecé a mirar una revista, él se me puso al lado, le pegó una trompada a la revista, me empezó a tirar trompadas a la cara. Me decía: 'Hija de puta, te voy a matar'. Me levanté como pude, toda golpeada, y me fui al living. Mientras, él me gritaba: 'Callate, hija de puta'".

También contó que perdió un embarazo de dos meses y medio en Marbella, él volvió una noche de salir con sus amigos y ella le revisó los bolsillos del pantalón para ver si traía drogas. Cuando quiso meter su mano en el bolsillo él la empujó contra un auto.

"Le pregunté si tenía algo y le dije que me mostrara los bolsillos. Que esa casa debía respetarla y que si estaba drogado que se fuera porque tenía tres hijos menores y dos señoras trabajando en mi casa. Él se enojó y me empujó contra un auto. Estaba muy nervioso. Le dije: 'Si te querés drogar, te vas a un puticlub'. Y entonces se fue, esa noche no durmió en mi casa", comenzó con su relato.

"Al día siguiente vino mi masajista y de repente, mientras me hacía el masaje, empecé a sentir las piernas calientes. Cuando me miro estaba llena de sangre y agarré papel higiénico porque tenía una hemorragia. Agarré a Charlotte y nos fuimos a la clínica. Me hicieron una ecografía y cuando el médico me vio me dijo que me fuera a mi casa a hacer reposo y volviera el lunes porque me tenía que hacer un legrado", recordó. 

"Lo llamaba por teléfono a mi marido y no me contestaba. Me fui a un bar, me pedí una gaseosa y me comí medio sándwich".

"Hoy tendría un hijo de 12 años. Él mató a mi hijo porque me empujó por un paquete de cocaína. Le importó nada que esté embarazada de dos meses y medio. Para mí un hijo es un tesoro".

"Fui con Mauricio y Charlotte a otra clínica y como había comido, me hicieron un aspirado sin anestesia, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Estuve 40 días tirada en una cama, y en 40 días no vino a verme".

"Perdí 30 años de mi vida cuidando a un hombre que no me sirvió de nada", concluyó.