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Espectaculos #Teatro#entrevista

Tamara Tenenbaum: "Hay un componente muy arbitrario en abrir un sobre y ver qué pasa pero es una buena metáfora de la vida"

Es filósofa, escritora y la nueva invitada a "Conejo Blanco, Conejo Rojo", obra que es un secreto: ni ella ni el público conocen qué pasará. Viaje de ida que como en sus textos se rige por el presente. Miradas sobre Nadie Vive tan cerca de Nadie, el alcance de El fin del amor: querer y coger y detalles de su inminente novela.

Tamara Tenenbaum: "Hay un componente muy arbitrario en abrir un sobre y ver qué pasa pero es una buena metáfora de la vida"
Tamara Tenenbaum (Foto: Créditos Rodrigo Mendoza, Fuente: Instagram @tamtenenbaum)

Cuando empezaste a actuar todos querían verte. Todos tus amigos, querés decir, y tus padres, y tu hermano, tus primos. Ahora sabés que la gente que te pide que le reserves entradas va a terminar faltando. A veces ni siquiera las reservás. ¿Y si vienen, finalmente, y no tienen entradas? Y no sé. Pensarán que sos una actriz famosa, una diva que agota teatros. Todo vendido. A sala llena.

(...)

Salgo al escenario y recorro la sala con una mirada rápida. No, estoy casi segura de que no conozco a nadie. Igual no se ve bien. Mi monólogo empieza con la luz apagada.

Piensa en voz alta en su cuento, ese que lleva el mismo título que su libro, que es un compilado de muchos. "Es el tipo de historia que a mí me interesa"— afirma —"una mina que se arroja a una experiencia, que está por hacer una obra, con todos los quilombos que tiene en la cabeza". ¿Cómo sería? "Bueno, empezar a contarlos desde que abre ese sobre. Me parece que podría ser un cuento que me gustaría escribir", confirma.

Tamara Tenenbaum | Foto: Gentileza de prensa

Este viernes, Tamara Tenenbaum será la protagonista del cuento que le gustaría escribir pero que en cierta forma ya escribió. Porque mientras charlamos y se aproxima la hora de subir al escenario y enfrentarse a las miradas curiosas, expectantes; se acuerda de su personaje en Nadie vive tan cerca de Nadie (Emecé, 2020), aunque claro, con las licencias que la ficción habilita.

Tamara Tenenbaum | Foto: Créditos Rodrigo Mendoza, Fuente: Instagram @tamtenenbaum

Es filósofa, escritora, tomó también algunas clases de teatro pero esto es otra cosa: será parte de "Conejo Blanco, Conejo Rojo", una experiencia en sí misma porque ni ella, ni quienes la miran saben qué pasará esa noche. La obra es un secreto, porque así fue concebida por su autor, Nassim Soleimanpour, quien generó este mecanismo como una suerte de manifestación político-artísitca luego de que el gobierno iraní le prohibiese salir de su país. Envió por mail la propuesta a diferentes países. La idea fue que el teatro sirviera como cuna de dicha manifestación en diversos sitios y situaciones pero con una consigna: la figura convocada sin ensayo y sin dirección, recibirá el libreto por primera vez recién en escena. Condición para la(él o le) artista y para aquellas personas presentes, quienes no pueden divulgar nada de lo que presenciaron.

  • ¿Cómo te llevás con la idea de la improvisación?

Me da miedo pero menos miedo que una obra en condiciones tradicionales. No soy actriz, así que esto de saber que tengo que abrir un sobre y que nadie espera nada de mí por lo menos me ampara un poco más que si tuviera que aprender de memoria un texto, cosa que no tengo oficio para hacer.

Es difícil para la gente que escribe. Hice teatro dos años y por lo menos ése era así, efectivamente. Y era muy difícil porque si bien hay gente que hace escritura performática yo nunca lo hice ni me interesa. Creo que la escritura tiene la ventaja del diferido. Es difícil para quien escribe entregarse al momento, al presente. Por eso siempre aprovecho las oportunidades que tengo.

  • En pleno siglo XXI además de interesante resulta hasta un poco inverosímil que se mantenga el secreto de la obra, ¿te pasa?

Total. Es re divertido que no circulen videos. Yo la verdad no tengo idea qué va a pasar. Tranquilamente lo podría llamar a Sebastián Wainraich que es medio amigo mio y decirle "pasamela", pero obviamente no lo voy a hacer. Entonces se juega eso de que todos nos comprometemos para mantener ese secreto para que siga teniendo gracia.

  • Esa idea de presente, que creo que también conecta con tus cuentos, "importa lo que pasa ahora" ¿encontrás una relación entre ambas obras en este sentido?

Además la vida no tiene ni principios ni finales, están donde los pone el escritor, me gusta recalcar mucho eso. En relación con la obra también se puede pensar: hay un componente muy arbitrario en abrir un sobre y ver qué pasa pero es una buena metáfora de la vida.

***

Y es como dice: "Yo en general digo que sí". Con un "sí" arrancan los viajes, como esa metáfora del tren que sirve como imagen visual de lo mismo. Y me gusta pensar que como sus textos la propuesta es un viaje de ida, focalizada en el ahora, lo que muchas veces cuesta en sociedades atravesadas por la tecnología y la sobreabundancia de información que nos demandan anticipación aunque el futuro parezca inevitable, o que a la vez, nos genera la sensación de querer controlarlo todo, aunque sepamos que el agua se escurre si intentamos conservarla entre las manos.

En Nadie vive tan cerca de Nadie, su libro de cuentos que obtuvo el Premio Ficciones (otorgado por el Ministerio de Cultura en 2018), los finales llegan de maneras atractivamente insólitas, quizá precipitadas para lo que esperamos como resolución de los hechos, porque justamente el final de sus relatos no es necesariamente el desenlace sino el "hasta aquí". Como dijo el jurado, "voces encerradas en un pequeño laberinto de deseo: su mundo es todo lo que ven, y los contemplamos perderse en él, como insectos en un vidrio".

  • Algo pasa con esa sensación del "no saber" que creo que puede conectarse perfectamente con los cuentos de Nadie vive tan cerca de nadie, esa idea de incertidumbre y hasta final abrupto, ¿creés que estamos incertos en una sociedad que no nos enseñó a lidiar con esa sensación de "desconcierto"? 

Es algo que tiene que ver con la vida y no va a terminar nunca. Además estamos en tiempos particularmente inciertos donde realmente no sabemos cuándo se termina esto que estamos viviendo y que ni siquiera sabemos muy bien qué es. Creo que todas las formas de la literatura y de la ficción que sí conectan con eso probablemente estén en un buen momento.

  • ¿Qué fue clave de tu experiencia para componer esas historias?

En general me pasa mucho que alguien me cuenta un dato y a partir de eso me pongo a investigar un universo. Me importa mucho que los universos que trabajo sean muy ricos, que tengan muchos detalles y que te den la sensación de que es un mundo real. Para eso escucho mucho, investigo, y trabajo con universos, barrios, lenguajes y música que conozco que entiendo y conozco bien. No soy de esos escritores que dicen "voy a hacer una novela en Lisboa'. Nunca fui a Lisboa. No puedo hacer eso. Entiendo que hay gente que sí trabaja con esta idea de cosas que le resultan más ajenas. Yo si quiero hacer esa novela, voy a ir a Lisboa... necesito esa familiaridad para encontrar los detalles y que aparezcan.

***

Y es que en sus textos se cuelan detalles de su vida (su familia, el barrio de Once, la cultura judía...) y la de conocides, fragmentos que crean un todo de otres, de muches. En Nadie vive tan cerca de nadie, Tamara le da voces a personajes que podemos ser vos, yo, tu amiga, tu compañero, hermana, primos, tu familia, todos los días pero con una particularidad, y es esa sensación de que aunque estamos cada vez más cerca, o mediatizados por pantallas que nos ponen al tanto de las vidas ajenas, nada parece estar tan dicho y los vínculos no necesariamente vienen aparejados del conocerse mutuamente, de estar. No es tan raro, bebé (...). Supongo que tiene razón. Nadie vive tan cerca, escribe.

  • Hay un elemento en los cuentos que invita a habitarnos con más realismo, ¿qué te permitió de la ficción para narrar esos vínculos y experiencias?

Cuando una hace un ensayo tiene que tener argumentos y las cosas están ahí por una razón. En la literatura también, todos los detalles que una elige poner están por algo, está la ilusión más como en la poesía: una forma distinta de armar el sentido que no es necesariamente obvia. Al principio una va armando una imagen y vos te preguntás: ¿por qué me describe estos zapatos? y después quizá eso tenga un sentido pero sea más difícil de ver, menos lineal. Me parece que para contar los vínculos hay que abrirse a esa forma del sentido poético que es menos lineal y clara.

***

Ya que mencionamos la literatura ensayo, Tamara Tenenbaum es autora de uno de los recientes y mayores best seller, El fin del amor: Querer y coger en el siglo XXI (2019), texto en el que vuelca su rol como filósofa para expresar y compartir ideas sobre los afectos, los roles en torno a ello, formas de habitarlo, y responde sobre los dilemas que abarcan nuestros días.

  • Algo que pasó con El fin del amor es que se convirtió en "el libro de cabecera para tener en una biblioteca" y hasta lo elogian como biblia. Algo como lo que sucedió con Teoría King Kong ¿Te sentís representada con eso? ¿Sentís que generaste una suerte de manifiesto feminista, un material de referencia en materia de género?

No lo hice a propósito pero me pone muy contenta. Me gusta mucho cuando llega a lugares que no había esperado: gente y edades muy distintas. También es un libro muy personal y podría haber quedado en eso: algo que sólo entendían las chicas de mi edad, clase social y habitus cultural.

Una vez me contactó en Salta una chica por Instagram y me di cuenta que estaba en una comisaría. Estaba toda empilchada porque estaba terminando el servicio y se estaba yendo a bailar con las compañeras policías. Yo escribí este libro en un barrio distinto, en un lugar muy distinto y llegó hasta ahí. Me parece muy emocionante. Y ahora que está circulando en España lo mismo, pensé que no tenía cabida y sí tiene.

Creo que hay gente que escribe queriendo generar un manifiesto generacional. Me impresiona, me pone contenta y me gusta que sirva para acercar a otras autoras que cito, me gusta que sirva de referencia.

  • La idea del amor nos es común a todes, y la vamos trabajando todo el tiempo. Y a la vez la del "amor propio", que se suma a la muchas veces exigencia no sólo del ser querides sino de querernos lo suficientemente para sentirnos seguras en las sociedades y trabajos que habitamos

Estamos en un momento donde muchas chicas se están preguntando de qué está hecha su subjetividad. En qué me baso para sentirme bien o mal y cuál es la vida que quiero construir y en base a qué. Hay muchas formas de ser sujeto en el mundo más allá de la pareja y muchas chicas están empezando a pensar ¿esto cómo lo armo?

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Estudió filosofía al terminar el secundario pero a su vida llegó desde antes. Fue "la carrera de toda su vida", que le valió trabajos como periodista en diversos medios y docente universitaria.

  • Hablemos de la figura de la filósofa, quizá una idea prejuiciosa piensa la ciencia alejada a la idea de juventud y modernidad, lo que creo que es un plus que aportás y generás para deconstruir en ese sentido, ¿cómo ves el rol de la filosofía hoy?

La filosofía "está muy de moda", evidentemente. Eso me parece positivo. Para mí más que una disciplina -hay gente que trabaja en la disciplina, en un sentido muy estricto- es lenguaje, una forma de pensar y organizar conceptos.

Los que no trabajamos sólo en la Academia, lo mejor que podemos hacer es traducir. Hay discusiones sociales que son muy interesantes pero que cada vez están más enturbiadas y lo que podemos hacer es decir que lo que está en juego son estos conceptos, el dilema. Traducirlos hacia arriba o hacia abajo, lo concreto y lo abstracto. Estamos teniendo un montón de debates en relación con infinitas cosas: no solamente con los afectos sino también con la política, las formas de gobierno, la democracia, medio ambiente; y en todos ellos se mezclan los de individio-sociedad, lo bueno-malo, justo-injusto. 

Humildemente trato de hacer eso: ver lo que está circulando socialmente y cómo lo puedo traducir de manera tal que nos entendamos más. A veces traducirá acuerdos y a veces no pero siempre subir el nivel del debate.

Foto: Créditos Rodrigo Mendoza, Fuente: Instagram @tamtenenbaum
  • Me hacés acordar al cuento "A los 37 una no espera", donde el country es la metáfora de la Argentina de los '80 a la que según la madre, "las cosas tardaban meses en llegar"...

Exacto. Creo que hay un trabajo muy importante por hacer y se puede. Nunca hay que subestimar a los públicos y audiencias. La gente entiende y puede hacerlo.

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En abril, Tamara lanza su primera novela, Todas nuestras maldiciones se cumplieron, con pasajes más autobiográficos y detalles de la historia de su padre, víctima del Atentado a la AMIA (1994), detalle que también menciona en su cuento "Los buenos padres". "Está muy poco pero algo de eso está todo el tiempo flotando", asegura.

"Está escrita igual que Nadie vive tan cerca de nadie, fragmentada, con capítulos igual de desconcertantes, abiertos. Y es un poco porque así pienso la relación entre la literatura y la vida: poner puntos arbitrarios porque la vida no los tiene", adelanta.

Libros de Tamara Tenenbaum

"Es la parte de mi historia que no está en El fin del amor, que tiene que ver con mi infancia, algunas cosas de mi presente. Una novela bastante fragmentada y desordenada. No sé si tiene una historia pero tiene un sentido", cierra.

Tamara Tenenbaum. Filósofa, periodista y docente universitaria, escritora. En ese y en cualquier orden. Se presenta esta noche en "Conejo Blanco, Conejo Rojo", obra que así como sus cuentos desconcierta por su formato. Y que así como su libro, se presenta como manifiesto político para habitarnos más libres. La cita es a las 20 hs en el teatro Metropolitan Sura (Av. Corrientes 1343). Entradas disponibles por Plateanet.com.

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