Este sábado por la noche estallaron las redes sociales luego de que Luisana Lopilato y Michael Bublé realizaran uno de sus clásivos vivos de Instagram: en él, justo al inicio, puede verse al músico canadiense tratando agresivamente a la actriz.

El clip que se hizo de ese live se viralizó rápidamente. A este se sumaron otros en los que, nuevamente, Bublé la maltrata, o la mira de una forma despectiva, o similares.

Tras el revuelo que se generó (y no es para menos), la intérprete escribió un extenso mensaje en Instagram:

"Todos los días salimos con mi marido a hacer vivos para llevarles un poco de alegría, entretenimiento, añoranzas, y tenemos que soportar escuchar y ver lo que publican personas malintencionadas que salen a hablar cualquier cosa y sin conocer nada de nuestra familia. Después de todo el dolor que pasamos con Mike quiero que sepan que no tengo dudas quién es mi esposo y lo volvería a elegir una y mil veces más", aseguró.

Y siguió: "No es justo. Esta persona está haciendo daño y aprovechándose de esta pandemia en la que la gente está sufriendo, muriendo y encerrada para tener fama y más seguidores. Está diciendo mentiras que no voy a permitir porque le falta el respeto a mi familia, así que les pido a ustedes que tanto confían en mí desde hace años que no lo permitan tampoco. Sin más que decir y haciendo lo que creo correcto cuando se meten con mi familia, dejo para Dios las consecuencias. El mundo necesita en estos momentos más que nunca amor, esperanza, valores, unidad y solidaridad, no este tipo de personas".

Hay algo que hay que tener en cuenta en los casos de violencia de género que sufren otras personas: las denuncias se realizan siempre que la víctima está de acuerdo en hacerlas; si no, se la está revictimizando. El hecho de exponerla sin su consentimiento también es, de alguna manera, violencia.

A partir de este hecho, muchas personas señalaron que hasta puede ser contraproducente el tipo de exposición que está recibiendo la situación y que podría llegar a generarle un cambio en el trato privado.

Insistimos: las denuncias se realizan siempre que la víctima está de acuerdo en hacerlas. No banalicemos ni espectacularicemos el asunto. Reflexionemos y respetemos a la persona en cuestión sin revictimizarla.