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Genero #Coronavirus#género#Susy shock#Día de la visvibilidad trans

En el día de la visibilidad trans, reflexiones de Susy Shock en cuarentena

La artista y poeta analiza la realidad de su colectcivo en una nota que muestra los duros números de una cotidianidad injusta e innegable. ¿Por qué es importante este día? ¿Qué pasa con las personas trans en esta pandemia? ¿Las leyes son suficientes para modificarnos como sociedad? Aquí, algunas respuestas.  

En el día de la visibilidad trans, reflexiones de Susy Shock en cuarentena
Sosy Shock, activista trans, poeta y artista | Foto: Martina Perosa. (Sosy Shock, activista trans, poeta y artista | Foto: Martina Perosa.)

Una persona trans tiene una expectativa de vida de 35 años. O sea, a sus 35 años, por el nulo acceso a un trabajo formal, a una educación y a un techo, gran parte de quienes integran este colectivo, mueren. Y mueren en las condiciones más horribles por enfermedades, en general, absolutamente evitables.  

Este dato siempre da escalofríos, pero parece no ser suficiente ya que ese continúa, a través de los años, vigente. 35 años. Al colectivo trans, el Estado y la sociedad, les debe la mitad de una vida y la completitud de una vida digna

Por eso, desde el 2009, cada 31 de marzo se conmemora el Día de la visibilidad trans. Una jornada para mostrar la realidad de uno de los colectivos más vulnerados y poner sobre la mesa algunos números que demuestran el estrepitoso fracaso de la palabra "inclusión".

En el necesario libro "La revolución de las mariposas", una investigación que encuestó a todo el alumnado del bachillerato popular trans Mocha Celis (bachillerato que hoy tiene serios problemas económicos y necesita ayuda) y, como soporte institucional, al Programa de Género y Diversidad Sexual del Ministerio Público de la Defensa de CABA, hay algunas cifras que pueden darnos una idea:

El 92,2% de las mujeres trans y travestis sostuvo haberse autopercibido con una identidad de género distinta a la asignada al nacer desde los 13 años o antes. Y es en esa edad, promedio, en que la mayoría del colectivo huye de sus hogares luego de asumir socialmente dicha identidad. 

Además, la edad en la que asumen y manifiestan su identidad de género es directamente proporcional a su nivel de educación. Quienes lo hicieron a los 13 años o antes tienen un nivel de estudios inferior (un 70% no logra terminar el secundario) a quienes manifestaron su identidad de género a los 19 años. 

Todo eso desencadena en una realidad casi imposible ya que el 90% de las personas trans no tienen acceso a un trabajo formal y casi el 80% vive de la prostitución desde sus 18 años o antes.

El secundario travesti trans Mocha Celis.
El secundario travesti trans Mocha Celis.

 La "Revolución de las mariposas" tiene tres años pero la situación del colectivo continúa siendo fatídica y la necesidad de visibilización, urgente. 

Por eso, desde Filo.News hablamos con Susy Shock, reconocida activista trans, poeta y artista que nos da un panorama general de cómo vive el colectivo este día, la importancia de marcar agenda y la clave de la unión en tiempos de pandemia. 

Travajo formal como base para todo lo demás

"Me parece fundamental meternos en las agendas de los medios, en las casas y en la televisión todo el año en general pero estas fechas son importantes porque visibilizan y contienen un montón de energía que va toda junta para informar nuestra realidad. Aún así, insisto en la idea de que hay que meterse en las agendas y construir también desde ahí", explica Susy. 

Una de las medidas estatales para revertir la imposibilidad de ingresar a trabajos formales es el Cupo laboral trans, que consiste en contrataral menos a un 1% de personas trans en todos los organismos estatales. Esta ley, impulsada por la activista trans Diana Sacayán asesinada en 2015, existe pero aún no está reglamentada en casi ninguna provincia.    

"La intención de este gobierno al parecer es activarla pero vamos a ver qué pasa con la acción. Vamos a ver. Hay que tener una decisión muy firme de que sea una política pública de estado muy concreta", expresa la artista.

Diana Sacayán, activista travesti e impulsora de la ley de Cupo laboral trans.
Diana Sacayán, activista travesti e impulsora de la ley de Cupo laboral trans.

El escepticismo de Susy tiene sustento y este 31 de marzo no es como el resto. Con una pandemia afuera que detiene al mundo entero, muchísimas mujeres trans que son trabajadoras sexuales o se encuentran en situación de prostitución, hoy no puede ejercer y eso las deja en una situación de vulnerabilidad total. "El colectivo esta hoy en la indigencia más absoluta y en esta situación puntual nos encuentra que, la calle que es el único espacio de supervivencia en el que están sobre todo las mujeres trans, es el lugar de peligro y es donde no hay que estar. Entonces, un bono ayuda pero no contiene ni resuelve la realidad concreta de un colectivo que esta situación coyuntural la encuentra todavía en la calle", admite.

Y si bien nuestro país tiene leyes de avanzada respecto a este colectivo en particular, Susy sostiene: "Tenemos las mejores leyes y un montón de cambios y avances culturales que nosotras reconocemos porque hemos sido las promotoras de esos cambios, no es que esos cambios han venido de arriba, pero seguimos con cosas básicas no resueltas. El acceso a la vivienda, la salud integral, la educación, un montón de cuestiones que en estas situaciones coyunturales, si para la gente en genera es complejo, mucho más a un colectivo que ya estaba afuera de todo". 

La unión hace a la fuerza

El aislamiento social, preventivo y obligatorio dejó a mucha gente sola en sus hogares pero también a muchas personas encerradas con sus agresores, con parejas o familias violentas. Cientos de integrantes del colectivo LGBTQI aún conviven con padres o madres que les niegan la libertad de ser quienes son y el peligro y el maltrato sistemático puede ser un problema muy grave en épocas de distanciamiento social. 

"Es una situación muy terrible. Escuché en adolescentes contar esa batalla diaria, la batalla extra en el medio de la cuarentena obligatoria. 'No me visto cuando me vestía antes porque no puedo salir', 'No hablo como siempre porque estoy en el contexto de violencia constante. Y en esas casas que por más que me quieran, no me permiten ser'. Me parece terrible, pero creo que una idea de comunidad puede servir para armar redes", sostiene la poeta. 

Es que Susy, a esa problemática, le agrega una reflexión interesante que puede ser, a largo plazo, la solución a muchos conflictos urgentes:  "Me preocupa mucho que en situaciones como esta no hayamos podido, y no hablo de que lo tenemos que hacer solo las personas trans, digo en general con el colectivo, encontrar una practica de convivencia a otros niveles", sostiene y agrega: "Estoy en permanente contacto con muchas personas de todo el país, de nuestro colectivo pero también de nuestras disidencias LGBTQI,  y están solos y solas. Me parece algo super pendiente. Tener un discurso colectivo tan potente, proponernos como colectivo y en la práctica de situaciones terribles como estas que nos encuentre solas".

La comunidad como concepto pero también como realidad puede ser curadora de muchos males. Sobre todo en poblaciones que son sistemáticamente marginadas, la unión, el compartir, son una gran forma de sobrevivir pero también de modificar día a día la realidad. "Quizás haya que discutir un poquitito la romantización de la soledad y poner en práctica un montón de mecanismos para vivir juntas y alquilar juntas y poder reorganizarnos económicamente juntas. Esas cosas no tienen nada que ver con la productividad del capitalismo, con la obligatoriedad de vivir dentro de los únicos margenes y limites que nos deja el capitalismo. Poder animarnos a pegar otros saltos de construcciones colectivas. Esto no quiere decir que no existan redes de solidaridad entre nosotres, pero creo que las deberíamos reforzar mucho", indica Sock.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Susy, que vive de presentar su obra en teatros, centros culturales y afines, hoy respecto a su trabajo y profesión, como muchísimas personas, se encuentra en pausa y la cuestión económica, absolutamente detenida. Aún así, logra en comunidad sobrevivir. "Yo soy una artista autogestiva y a mi esta situación me deja sin ninguna posibilidad de generar recursos, pero yo estoy viviendo con una tribu creada, tengo techo y tengo comida porque convivo con una tribu con la que vivo hace más de 16 años, entonces esa microafectividad que hemos construido me permite hoy estar contenida", explica.

"Tenemos un discurso muy potente de comunidad pero nos encuentra a muchas solas en este momento. Y no hablo solo de la comunidad travesti trans porque en realidad hay mucha disidencia que tiene la posibilidad de alquilarse un departamento y tiene una habitación vacía, y ahí, en ese cuarto, debería estar una trava. Ahí debería estar una persona trans, pero no por este momento coyuntural solamente, tendría que estar ahí conviviendo, manejando los resortes afectivos de otro vinculo cotidiano", agrega reflexiva. 

En búsqueda del cambio estructural

La cifra de la expectativa de vida es una clara muestra de que este es uno de los colectivos más discriminados y con menos herramientas, recursos y posibilidades de todos. Para Susy, además, es la muestra clara del fracaso de la inclusión como objetivo social.  

"La expectativa de vida nos muestra claramente cómo no funcionó ni funciona. Quienes todavía gobiernan y nos han gobernado, quienes siguen gobernando y quienes vendrán a gobernar no se dan cuenta. Esa cifra nos habla de un fracaso. Porque aún con la mejor ley del mundo que es la Ley de identidad de género, aún con un documento de identidad en la mano que autentifica mi autopercepción, estamos expulsadas del sistema, estamos absolutamente relegadas y las cifras son terribles e inamovibles", denuncia Shock. 

La lucha travesti y trans en nuestro país tiene larga data y todos los derechos adquiridos fueron a fuerza de mucha militancia. Sin embargo, son muy pocas las personas trans que tienen acceso a estudios o a un trabajo formal y muchísimas menos las que ocupan lugares representativos o de poder. Las posibilidades de que una mujer trans, (que son siempre las más discriminadas en todos los sectores pues, machismo) tenga una vida con los recursos básicos satisfechos, continúan siendo muy bajas.   

"Esto demuestra lo que es no estar en la agenda emocional de un país y de una sociedad, Hay que redoblar la apuesta y preguntarle a esa hegemonía todo el tiempo qué no está haciendo para modificar esto. Qué es lo que tiene que revisar para incluir de verdad. Que no se trata de la demostración del cupo sino hay una inclusión verdadera. Queremos ser parte de esa mesa, discutir como todos y todas en esa mesa en donde se toman decisiones, eso sería la verdadera inclusión. No estas migajas, las migajas de la nada y de lo todo", finaliza la artista. 

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