La sonrisa de Tomás, el pacto entre machos y el chiste sexista que le malió sal
Una foto y un disfraz burlándose de los abusos sexuales y los femicidios recorrió el país y tuvo represalias. Tomás Vidal se quedó sin título y deberá volver a presentar su tesis y capacitarse. En Filo.News hablamos con dos varones activistas antipatriarcales sobre este mal chiste, sus consecuencias y el entramado que esconde reirse así de la violencia machista.
Tomás Vidal, estudiante de comercio internacional repudiado por disfrazarse de una mujer muerta adentro de una bolsa. | Foto: Instagram. (Tomás Vidal, estudiante de comercio internacional repudiado por disfrazarse de una mujer muerta adentro de una bolsa. | Foto: Instagram.)
El cordobés Tomás Vidal, exlicenciado de Comercio Internacional de la Universidad Siglo XXI, está en problemas. La foto de su recibida en la que se lo ve muy feliz disfrazado de una chica muerta dentro de una bolsa de plástico, recorrió el país y el repudio fue inmediato y abrumador.
Con la frase "La culpa no era mia", en alusión a la performance feminista en contra de los abusos sexuales y los femicidios que recorrió el mundo, se coronó como uno de los varones más criticados y repudiados en las redes de los últimos tiempos y la reacción social demostró de forma contundente que ya, en nuestro país, burlarse de la violencia de género es uno de los límites que, al cruzarlo, tendrá consecuencias.
La imagen comenzó a recorrer la web y en menos de 12 horas la Universidad le quitó a Tomás su título y lo obligó a rehacer su tesis y capacitarse respecto a cuestiones de género.
¿Pero qué lo llevó a realizar ese disfraz? ¿Por qué creyó que no tendría consecuencias? ¿Es sólo un caso individual o una tendencia entre los varones? Para entender un poco más las razones y el accionar, Filo.News habló con Lucho Fabbri, activista antipatriarcal, docente e investigador y con Juan Pablo Cicienello, integrante de Varones Antipatriarcales.
Problema social, no individual
Bandera de Varones antipatriarcales. | Foto: Twitter.
"Es un error creer que es una responsabilidad meramente individual. Habria que pensar cuál es el entramado de relaciones en el cual ese tipo de intervención misógina y violenta y rediculizadora sea posible", comenta Fabbri y agrega: "Hay complicidades machistas entre varones y eso muchas veces lleva a que no intervengamos cuando detectamos que una práctica está siendo desigual o violenta".
Desde el 2015 hasta la fecha, pero particularmente luego de la denuncia de la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés, los varones y sus acciones comienzan de forma lenta pero sin receso, a analizarse de forma social y colectiva. Socialmente, ya no son "algunos locos", ya no son "monstruos" o "enfermos" sino varones que realizan prácticas habituales que deben señalarse y juzgarse.
Si bien Darthés le puso cara a uno de los actos machistas más recurrentes en nuestra historia que es el abuso sexual, en nuestro país una de cada catorce mujeres es víctima de violación y el 90% de las víctimas son feminidades. Estos números no son capricho, dejan en claro la peligrosa tendencia social hacia este tipo de delitos. Delitos de los cuales solo el 10% llegan a instancias judiciales y sólo el 1% reciben dictamen.
"Me parece importante hablar de grupo, no sólo del pibe. Porque no festejó solo su recibida, sino que hay gente alrrededor que lo festeja. Evidentemente no tuvo nadie que le diga que eso era un error. Y sin ánimo de encasillar, juega al rugbi con todo lo que eso implica. Esta cosa de grupo de pertenencia, grupo que registra los temas que están dando vueltas y no los interpreta porque no los interpela", sostiene Juan Pablo.
Entender este evento no como un caso aislado sino como el resultado de un modelo de masculinidad tóxica que sistemáticamente enseña a desminuir, burlarse, discriminar y no respetar la corporalidad y psiquis de a todas las feminidades, puede ser el comienzo de un debate enriquecedor que ordene el tablero.
Rimas que incomodan un poco a todos
"Un violador en tu camino" realizado por mujeres francesas. | Foto: Twitter.
La explosión de la performance "Un violador en tu camino" del grupo activista chileno Las Tesis no es casualidad. Dos años después del "Me too", la necesidad de quitar el foco en el punitivismo y los casos individuales sobrevuela. Y para eso, qué mejor que miles de feminidades gritándole al mundo que el "Estado opresor es un macho violador".
Cursioamente, esa canción que no señala a nadie en particular sino que apunta a lo general, molestó y molesta a muchos hombres que, por alguna razón, se sienten interpelados, señalados o cuestionados. La cosificación del cuerpo feminizado y el falso y peligroso mensaje que esta sociedad da respecto a los límites y las configuraciones entre los vínculos sexoafectivos, pueden ser una de las razones de dicha interpelación. El varón que esté libre de haber cometido algún acto machista en su vida, que tire la primera piedra.
Pero los espacios entre los varones, llenos de estrictas y homofóbicas reglas y constantes amenazas del uso de la violencia física, también son claves a la hora de analizar por qué existen estas reacciones y acciones. Puntos importantes para tratar de entender la cobardía o miedo a la hora de ponerle un freno a una secuencia violenta o fuera de lugar. "¿Cuáles son las posibilidades en ese contexto particular de festejo de que un chabón les corte el mambo a sus amigues y les diga 'che bueno, ésto no da'? Imaginarnos nosotres en ese escenario es complejo pero lo sabemos, ahí hay un entramado fuerte y difícil de romper", explica y se pregunta Fabbri.
Besis a la impunidad
Cartel tomado en una de las reuniones de varones antipatriarcales. | Foto: instagram.
Es importante destacar que una burla sobre un femicidio como la de Tomás hace diez años pasaba como un chiste más y hasta era festejado como una orginila hazaña, pero hoy es señalado y repudiado por todo el campo social. Aún así, por la sonrisa que figura en la foto del casi flamante recibido, la reacción negativa no era una posibilidad tan inmediata. "Una de las cuestiones que siempre se ponen en evidencia en este tipo de prácticas es que se creen impunes y que no va a haber ningún tipo de consecuencia. Eso es una demostración de cómo se comportan masivamente, grupalmente y en el ámbito de lo público creyendo que nunca les va a pasar nada", comenta Fabbri.
"Hay una gran porción de varones cis (que se autoperciben con el género que se les fue asignado al nacer) heterosexuales que no lo registran. Que no les tocan e interpelan los femicidios, los abusos. Es un chiste para ellos porque lo absorben desde un lugar bastante deforme. Hay un patrón del choque directo y de la falta de empatía con estas cuestiones que es muy fuerte y se nota en estas acciones", agrega Juan Pablo.
La exigencia de la Universidad en la capacitación sobre temas de género para el alumno y la anulación de su reciente título parecen ser medidas que se ajustan al hecho pero, tanto para Fabri como para Juan Pablo, no son suficientes. "El repudio que puedan hacer los varones respecto a esto es importante pero el problema sería creer que con eso alcanza. La responsabilidad de las instituciones es que efectivamente se implementen las políticas de formación y sensibilización en género que le corresponden a toda institución", sostiene el investigador.
Por su parte, el activista antipatriarcal agrega: "No sé qué tendria que hacer la Universidad. No creo que sea suficiente porque todo el grupo que rodea a ese pibe no sufre ninguna consecuencia. Por otro lado me da más a que este tema se viralizó que a una enseñanza genuina de modificar y repudiar estas prácticas. Es meramente punitivista y no arregla el problema de fondo. Un tema mucho más profundo que se trabaja desde la educación. De entender que si bien no somos partícipes somos cómplices de miles de gestos y lógicas violentas y sexistas. Y ni hablar que, además, hacemos uso y abuso de nuestros beneficios y no tenemos, como quedó demostrado, ningún prolema en reirnos de eso".
Replantearse actitudes, cuestionarse entre amigos, parar la pelota y pensar qué se dice cuando se dice lo que se dice, entender que en el plano individual muchos (elegimos creer que la mayoría) piensan que la igualdad y la equidad es el futuro al que hay que llegar, perder el miedo a la represalia, pelearse, imponerse, salir de la lógica del macho para romper esquemas medievales es lo que deben y pueden hacer para ayudarnos a cambiarlo todo. Ojalá que más temprano que tarde suceda porque no existe otra manera de terminar con la violencia machista que haciéndola explotar, también, desde adentro.