Una mujer de 46 años y dos de sus hijos de 18 y 20 que estaban detenidos y acusados de asesinar y descuartizar al esposo de la primera fueron liberados por la justicia al considerar que cometieron el crimen porque eran víctimas de violencia de género y familiar.

El hecho ocurrió el pasado mes de junio en una vivienda de la localidad bonaerense de Villa Fiorito donde convivían Laura Marcela Campos y su pareja Daniel Tomás Silvero, de 56 años. El hombre había sido denunciado por Campos en reiteradas ocasiones por delitos sexuales.

En ese contexto, y a pedido de la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 16 Marcela Juan, la jueza de Garantías Laura Ninni liberó a Campos y a sus hijos Mariano Gabriel y Fabián Alejandro Campos, imputados del "homicidio agravado por el vínculo y por el concurso premeditado de dos o más personas" de Silvero.

Las liberaciones se produjeron luego de que la fiscal decidiera no solicitar convertir en prisión preventiva las detenciones al argumentar que tanto la mujer como sus dos hijos "resultaban víctimas de violencia de género y familiar en todas sus formas" por parte de Silvero.

Todo comenzó cuando una de las hijas del primer matrimonio de Silvero denunció su desaparición tras recibir un mensaje de texto supuestamente escrito por él, en el que le comunicaba que alquilaría otro domicilio y cambiaría el chip de su teléfono celular.

El hombre había sido visto por última vez el 1 de junio pasado cerca de las 20 horas, cuando fue registrado por una cámara de seguridad en el momento en que llegó a bordo de un auto blanco a la vivienda en la que convivía con su esposa.

Tras la denuncia, efectivos policiales encontraron restos mutilados en un basural de las calles Necol y Darwin, de Villa Fiorito. Inmediatamente fueron en busca de su esposa, quien terminó por confesar que había sido la autora del crimen.

La mujer detalló que había matado a golpes a Silvero y que luego lo había descuartizó y arrojado los restos en distintos sitios del partido de Lomas de Zamora. Al mismo tiempo aseguró que era "insoportable" vivir con Silvero, a quien definió como un violento abusador.

En su confesión manifestó que no podía dejar a su esposo a solas con su hija por temor a que le hiciera algo. De hecho, en 2019 el hombre había sido denunciado la violación de la hija adolescente de Campos. Anteriormente, en 2010, Silvero había sido denunciado por otro abuso sexual, aunque la causa quedó archivada.

Ante esta situación, y tras determinarse que madre e hijos eran víctimas de violencia, la fiscal solicitó las liberaciones, efectivizadas el 1 de julio pasado por orden de la jueza del caso.

"La fiscal tomó en cuenta que la familia Campos vivía en una situación de violencia desde 2014", dijo a Télam Gisele Barraza, abogada de la familia de Silvero.

Según la letrada, la mujer declaró que conocía a la víctima hacía aproximadamente 24 años y que el hombre había tenido otra esposa y 11 hijos. En tanto, Campos y Silvero se casaron en 2020 y tuvieron un hijo que es menor de edad.

Tras ordenar la libertad de los tres acusados, la jueza de Garantías les impuso como condición notificar un domicilio de residencia. Actualmente, madre e hijos están libres aunque continúan vinculados con la investigación por el homicidio de Silvero, indicaron las fuentes.