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Tortas a la obra: Escuela de Herrería Lesbiana, un oficio transfeminista

Un caserón de Villa Devoto es la sede de la Escuela de Herrería Lesbiana, un colectivo que enseña el oficio de la herrería a mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ que también incorpora a varones cis. Maia Iván SZ es la creadora y directora de este espacio disidente que busca cambiar el espíritu de un oficio históricamente masculinizado por uno de militancia, lucha y trabajo

Tortas a la obra: Escuela de Herrería Lesbiana, un oficio transfeminista

Una fría mañana de julio Maia Iván Szarykalo nos recibió en su caserón del barrio porteño de Villa Devoto. Ese, además de ser su hogar, es el espacio donde funciona la Escuela de Herrería Lesbiana (EHL), un espacio educativo que, tal como indicaría su nombre, enseña herrería. Pero en realidad es mucho más que eso.

Maia Iván - también conocida como SZ - es la creadora y directora de esta escuela y colectivo LGBTIQ+ conformado por otras cuatro personas que brinda clases, cursos y talleres de herrería a cualquier persona que quiera aprender el oficio pero que comenzó priorizando el aprendizaje de mujeres e integrantes de la comunidad.

“Ya llevaba 8 o 9 años de estar transitando la herrería y dije ‘la verdad es que tengo cosas para ofrecer, transmitir el oficio, allanarle el camino a otra gente que tal vez en los espacios hetero cis no se va a sentir cómoda. Si yo puedo hacer algo por esta gente lo voy a hacer y tengo con qué’”, contó Maia Iván a Filo.news.

Crédito: Marco Oviedo

Para llegar al taller hay que atravesar la casa y luego un enorme patio donde juegan Sputnik y Olgo, los dos perros de SZ. Ahí, justo al fondo, hay un galpón abarrotado de máquinas, amoladoras, máscaras, metales, fierros y herramientas de herrería. Allí es donde clase tras clase, sucede la magia de la soldadura.

La escuela nació hace cuatro años, exactamente en marzo del 2018, cuando Maia Iván empezó a brindar cada domingo talleres gratuitos de cuatro encuentros orientados fundamentalmente a mujeres e integrantes de la comunidad LGBTIQ+. Los primeros dos años el alumnado estuvo conformado, casi en su totalidad, de esa forma.

En abril del 2020 el objetivo era impartir cursos más extensos y con alumnos regulares. Pero, pandemia mediante, la escuela se volvió virtual y SZ continuó dando sus clases a través de vivos de Instagram que ocurrían dos o tres veces por semana. Ese canal sirvió para mantener el contacto con su alumnado de siempre pero también para sumar muchos nuevos alumnos que en su mayoría eran varones cis.

“Se formó una especie de comunidad alrededor de la escuela y empezó a participar gente no necesariamente LGTB. También empezaron a caer las marcas y a generarse un movimiento donde queda claro que es un espacio LGTB, queda claro que hay una serie de códigos, chistes y violencias que en otros espacios por ahí circulan y pasan que en este espacio no pueden pasar”, aseguró la directora y fundadora de EHL en diálogo con este medio.

Crédito: Marco Oviedo

El oficio de la herrería, en manos de una lesbiana no binaria

Maia Iván Szarykalo es oriunda de Bariloche y si bien sus padres son científicxs desde niña tuvo contacto con las herramientas y la madera. Pasó el tiempo y durante gran parte de su adultez SZ se dedicó a la programación de computadoras. Sin embargo, a sus 29 años decidió dar un giro en su carrera y volcarse de lleno a la herrería, oficio que aprendió poco a poco en su ciudad natal.

Luego logró montar su propio taller y se dedicó durante un tiempo a hacer muebles en hierro y madera. Años más tarde se mudó a Capital Federal y decidió - además de ejercer como herrera - transmitir su conocimiento a aquellos que lo necesitaran o quisieran transitar un camino en la herrería no solo como pasatiempo sino también como una salida laboral concreta.

En una de las paredes del taller se lee una frase de Henri Matisse, “Lo esencial es trabajar en un estado de ánimo que se acerque a la oración”, una idea que recuerda que trabajar día a día en comunidad para perfeccionar el oficio de la herrería es una tarea en la que hay que poner el cuerpo pero sobre todo la mente al servicio de resistir a un sistema que sigue siendo opresivo, excluyente y estigmatizante para muches.

Crédito: Marco Oviedo

Lo que no se nombra no existe

La escuela recién fue bautizada en diciembre del 2018, cuando empezó a tomar forma: había una estructura de curso, alumnos regulares y gente en lista de espera pero no tenía nombre. En ese entonces Maia Iván se debatía entre llamarla “Escuela de Herrería LGBT” - que era el público al que fundamentalmente apuntaban - o el que lleva actualmente.

“Me puse a pensar, a charlar con amigues y terminé decidiéndome por ‘Escuela de Herrería Lesbiana’. También porque en ese momento un canal de televisión quería hacerme una nota y dije ‘qué lindo sería salir en la tele y que haya un lugar que se llame así. Si eso sucede, yo ya me puedo morir en paz’”, confesó Maia Iván entre risas desde el patio de su casa/taller.

“Tortas a la obra” (@tortitasalaobra) es un proyecto paralelo a través del cual Maia comparte junto a otra de las integrantes del colectivo, @profundocarmesicc, los avances de la refacción de su casa en Villa Devoto.

“‘Tortas a la obra’ surgió cuando la escuela se mudó a este caserón que originalmente era la casa de una familia pero que le faltaba mantenimiento. El proyecto surgió a partir de documentar cómo vamos arreglando este espacio y poniéndolo cada vez más bonito”, contó Maia Iván sobre este proyecto que encara con mucho humor y creatividad.

Lo cierto es que, sumando todas sus cuentas, el colectivo tiene gran presencia en redes. Hoy por hoy, una vía indispensable para comunicar pero también un espacio donde el hate abunda.

"Todos los días recibimos comentarios diciendo que, fundamentalmente, les molesta el nombre que tenemos. Es parte de la cultura en la que vivimos, que sigue siendo patriarcal y heterosexista y a algunas les molesta mucho que haya espacios de oficios con el nombre ‘lesbiana’. Problema de elles, nosotras nos vamos a abrir espacios de todas maneras y al que le guste bien y al que no, también", aseguró Maia Iván.

Pero, así como una de las caras de la moneda de las redes sociales es el odio, la otra podría ser el amor, brindado en forma de acercamiento y descubrimiento. “Cuando me puse a hacer vivos de Instagram todas las semanas empezó a acercarse a la escuela un montón de gente hetero y sobre todo me sorprendió la cantidad de varones cis que eran amigables con el espacio. De hecho la mayoría de los alumnos que vienen hoy son varones cis”, afirmó SZ.

Crédito: Marco Oviedo

“Evidentemente yo me perdí un capítulo en el medio. Diez años atrás nos hubieran mandado a lavar los platos y eso hubiera sido todo. Ahora, que vengan tipos a aprender herrería de una mina abiertamente lesbiana… los tiempos están cambiando”, agregó detrás de su máscara de soldadora.

"Por supuesto hay mucho laburo por hacer. Todavía hay mucha exclusión y situaciones hostiles con todos los grupos minoritarios, con la comunidad LGBT también. Pero también creo que está bien celebrar nuestras potencias y las cosas que supimos conseguir con tanto esfuerzo y dedicación", concluyó. 

Red Federal de Emprendedores LGBTQ de Argentina

Recientemente la EHL se sumó a la Red Federal de Emprendedores LGBTQ, una red perteneciente a la Cámara de Comercio LGBTQ de Argentina (CCGLAR) que nació con el objetivo de potenciar, promover y apoyar el turismo, los negocios y los productos dirigidos a la comunidad. "Fue una sorpresa y un reconocimiento muy bonito recibir su apoyo", aseguró SZ.

Pablo De Luca, presidente y fundador de la CCGLAR, habló con Filo.news sobre el origen de esta red, sus objetivos y sus conquistas: "Cuando llegó la pandemia uno de los ciclos que encaramos de manera digital fue uno para emprendedores LGBT. Nos dimos cuenta que, si bien éramos un puente entre la comunidad y las corporaciones o el turismo, no teníamos un contacto directo con las y los emprendedores. Por eso decidimos formar esta Red Federal para que funcione todos los meses del año, no solamente en julio o en noviembre”, expresó.

La Red trabaja mes a mes con el fin de generar una foto de cómo está conformado el ecosistema de emprendedores de la comunidad LGBT en Argentina y luego trabajar en mentorías que los apoyen, impulsen y conecten entre sí y con otras empresas. Actualmente la Red engloba más de 150 emprendimientos y el número sigue creciendo.

Gustavo Noguera, Secretario General y co-fundador de la CCGLAR y Pablo De Luca, Presidente y Fundador de la CCGLAR / Crédito: Marco Oviedo

“En los últimos cinco o seis años las empresas empezaron a trabajar diversidad, equidad e inclusión como una política central. Si miramos 15 años hacia atrás nos costaba mucho hablar de esto con las corporaciones. Hoy nos llama cada día una empresa diferente para que hagamos de puente con la comunidad LGBT”, agregó De Luca.

“Articulamos conexiones con empresas que no tienen nada que ver con nuestra comunidad para que tomen conciencia de que pueden ser también agentes de cambio en dos sentidos. En primer lugar generar espacios de educación para formar en oficios y carreras, una de las deudas más grandes que tenemos con el colectivo. Luego de acceso real al trabajo”, concluyó sobre la Cámara que él preside.

Una de las empresas que se sumó a este cambio fue Meta que día a día trabaja para llevar a cabo diversas acciones en línea con su misión de cada vez ser más diversos e inclusivos. 

Rosario Giqueaux, Líder de Pride LATAM de la compañía, aseguró: “En Meta hablamos de diversidad y fomentamos ambientes seguros para que las personas vivan su identidad al máximo. En nuestras oficinas, impulsamos esta visión al fomentar una cultura de trabajo 100% abierta, donde celebramos a la comunidad LGBTQIA+ y trabajamos por sus derechos. Externamente, cuestionamos los estereotipos desde la publicidad y el marketing. Y en nuestras plataformas, constantemente desarrollamos herramientas e implementamos normas para proteger a todas las comunidades.”

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