El 20 de marzo de 2020 Barbi Recanati publicó su disco, ‘Ubicación en tiempo real’. Si nos paramos en tiempo y espacio, ese día el país entraba en cuarentena estricta por un virus desconocido, veloz. Sin saberlo, la artista ofrecía un viaje por siete canciones que fueron compañía y abrazo en tiempos donde el arte fue más necesario que nunca.  

“Lo de la pandemia es medio un caos. Todo caos. Es raro no estar haciendo música tanto tiempo. Vivo de otras cosas, y al mismo tiempo es como si el disco tuviera vida propia. Fue tomando vida propia a través del uso que le dieron las personas, haciendo covers de los temas, subiendo videos, haciendo cosas con la música de fondo, hasta tuvo videoclips que fueron iniciativa de otras personas”, reflexiona, en diálogo con este medio. 

La música como encuentro y salvación en tiempos hostiles. Para Barbi, también sinónimo de revolución. 

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Los inicios de Bárbara Recanati -a.k.a. Barbi- se remontan a 2005, cuando formó la banda Utopians junto a su compañero de colegio Larry Fus. Publicaron discos como “Inhuman” (2007), “Vándalo”(2014) o “Todos nuestros átomos” (2016), y fueron teloneros de The Cure en el Estadio de River Plate y Guns N' Roses en el Estadio Ciudad de La Plata. 

El grupo llegó a su fin en 2017, luego de que se conocieron las denuncias por abuso sexual contra el guitarrista Gustavo Fiocchi. Fue Barbi quien le dio punto final, 24 horas después, con un mensaje que publicó en su cuenta de Instagram: ‘Sin importar las dudas siempre hay que pararse del lado de las pibas', escribía.

Fiocchi fue una de las piezas de un sistema que comenzaba a derrumbarse: bajo hashtags como #YoSiTeCreo o #YaNoNosCallamosMás, cientos de mujeres hicieron públicas denuncias a artistas como Cristian Aldana o Santiago Aysine. La revolución de las pibas movía montañas, con movimientos como “Ni Una Menos” o “Time’s Up”, para cambiar la escena musical para siempre. Y a Barbi también.

“Lo recuerdo como otra vida a veces. Pero sobre todo por mi mirada. Como si fuera otra persona. A veces es parecido a cuando me acuerdo de mi adolescencia y pienso que cosas que sentía o decía y me da como una vergüenza rara. A veces siento que fui adolescente y que la adultez me llegó con el feminismo”, confiesa a este medio.

En medio de esa ebullición social, Barbi fue mamá de su primer hijo: “No hice nada más que estar con mi hijo, leer y armarme porque había quedado re debilucha. Cuando estás en un mundo de hombres, de repente sentís que te quedaste sola en el mundo”, dijo a Página 12. En 2018 volvió a pisar los escenarios, como invitada en un show de Eruca Sativa; pero esta vez, con un proyecto solista. “Había un entorno gigante de productoras, periodistas, colegas mujeres, que no eran parte de mi vida, y era ahí donde yo tenía que armar mi hábitat”, seguía a ese medio. 

Ese año presentó su primer EP, “Teoría Espacial”, producido en el Estudio Átomo e integrado por cuatro singles, con el cual fue nominada a los Premios Gardel como “Mejor artista nuevo”. ‘te pensabas que tal vez era bueno obedecer, estos tiempos son los nuestros (...) Se va a caer, se va a caer’, canta en ‘A la luz’, uno de sus grandes éxitos. 

Fue creadora del sello discográfico “Goza Records” junto a Futurock, una “plataforma que impulsa la equidad de género en la música”, según define la cantante. Entre las principales artistas que trabajaron en el sello se encuentran Paula Maffía, Tranki Punki, Blanco Teta, Ruiseñora o Hija de Tigre.

“Goza es una plataforma que impulsa equidad de género en la música. Pero no lo veo como una discográfica. El primer año se hablaba mucho de si había o no bandas que no sean de varones cis, y grabamos 12 discos en 12 meses, el segundo año mezclamos y terminamos de grabar proyectos que necesitaban ayuda para terminarse, hicimos una gira de encuentros de charlas y debate junto a Futurock y British Council, talleres de capacitaciones sponsoreados por Spotify y el primer vinilo del sello compilando los primeros 12 simples gracias a Laser Disc”, describe.

Luego agrega: “Después llegó la pandemia y nos enfocamos en la parte de distribución digital. Creo que el espíritu de Goza es no tener proyectos a futuro sino tratar de conectar al 100% con el presente de la escena y diferentes demandas para lograr esa equidad. A veces no tiene que ver con lo que escuchar en la radio o en los festivales, sino más con acompañar a artistas a aprender a grabar sus canciones, subir su material, armar sus giras, o todo lo opuesto a querer hacer crecer a un artista, sino acompañar a la parte autogestiva y no depender de una industria que te acepte para hacer arte”.

También presentó su podcast “Mostras del Rock”: “¿Cómo surgió el rock? ¿quiénes lo fundaron? ¿Conocés a Rosetta Tharpe, Cordell Jackson y Memphis Minnie? ¿Y cuánto sabés de Aretha Franklin o Carole King?” esas son las preguntas que responde en cada episodio, con historias de heroínas musicales que “atravesaron muros sexistas, abrieron puertas y armaron caminos que llegan al presente”. 

“Terminé en algunas historias que yo no conocía y que me parecieron importante recopilar. Después terminó siendo como un manifiesto sobre la importancia de estas historias para el resto de la música. Y cuestionar por que la historia que se divulga y se reescribe una y otra vez, decide descargar estas otras historias tan fundamentales”, comenta la artista.

El proyecto devino en un libro: “Me pareció importante convocar a Powerpaola y que sean historias concretas, con comics, dibujos, manifiestos. Un libro de esos que queres tener en la mesa y que todos vean, y tarde o temprano conozcan esas historias”, asegura. 

Si hablamos de igualdad en la música, a finales del 2019 se aprobó la Ley de Cupo Femenino en los Escenarios, que exige un 30% de participación de mujeres y disidencias en las grillas. A casi dos años de ese momento, para Barbi “es como un algo gigante que tiene que cambiar y empezó a cambiar por ahí”: “Si lo vemos como una victoria y como algo que va a cambiar la escena, creo que es lo mismo que nada. La diversidad no es mujeres u hombres. Y tampoco es algo que suceda en festivales. Pero si me parece que es empezar algo, y a veces los primeros pasos son los más difíciles, y en ese sentido celebro las personas que se involucraron y lo militaron y lo lograron”.

En este sentido destaca la nueva generación de artistas que llegaron para cambiar las reglas. Entre ellas nombra a Nicki Nicole, quien se convirtió en la primera argentina en aparecer en The Tonight Show, el programa más visto de Estados Unidos conducido por Jimmy Fallon. “No soy muy moderna. De hecho para la edad que tengo soy bastante anticuada musicalmente. Pero el otro día cuando la vi en ese programa me emocioné como si fuera la final de un Mundial”, confiesa la artista.

Luego sigue: “Y me di cuenta que no tenía que ver con el aspecto musical, sino con ver a una piba tan joven en un espacio de visibilidad tan alto y grande, ver el momento exacto en el que millones de pibas dicen ‘quiero hacer lo mismo que ella’, por la razón más superficial que sea, estar en la tele, tener plata, el auto, la casa, lo que sea, me parece emocionante que esos referentes se diversifiquen… aunque sea de una forma binaria y hegemónica, sigue siendo una piba de 20 de Rosario, la primera artista argentina en estar en el talk show más visto del mundo”.

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Si nos ubicamos aquí y ahora, este año Barbi vuelve a los Premios Gardel, nominada en la terna “Mejor álbum rock alternativo” junto a “Los Años Futuros” de 1915, y “Lapsus” de Zero Kill. “Es siempre lindo recibir un halago a una canción o a un disco. Los premios los tomo como un halago, ni mucho más ni mucho menos”, dice. 

El disco contó con la producción de Juan Manuel Segovia y Tomás Molina Lera, quienes trabajaron en cada tema una y otra vez. “Ese proceso de ir y venir con las canciones hasta llegar al lugar de audio buscado, fue algo nuevo. Siempre había experimentado usar referencias de audio, pero grabar una sola vez, mezclar una sola vez y después arreglar. Nunca había probado terminar un tema, y decir, ‘no, era otro audio, va de nuevo’. Creo que ese fue el beneficio de grabar en nuestro estudio, y no ponerle fecha de salida ni de final”, amplía.

Barbi con una remera blanca, intercambiando miradas con un perro sentado a su lado. Ese es el arte de tapa que ilustra el disco; según cuenta, la idea original era homenajear a Grace Jones, de la mano de la fotógrafa Muriel Bruschi, aunque a último momento cambiaron los planes. 

“Iba a estar casi irreconocible. Pero siempre tuve una negación rara a arreglarme el pelo o la cara de cualquier forma. No uso ni manteca de cacao. Entonces cuando llegó el momento de tocarme, obvio que empecé a ponerme rara. En un momento salí en bombacha y remera del baño, muy de mal humor y frustrada, y Muriel me dijo, a ver parate al lado de la perra, y ahí está la tapa del disco”, recuerda.

Luego de presentar el disco, Barbi incursionó en el mundo de la radio, de lunes a viernes por Radio Nacional y jueves en Futurock. “Es algo muy nuevo, y fue un año con varios cambios personales también. Fue un año como una pausa a muchas cosas y un nuevo comienzo a otras”, indica.

Entre ellas adelanta que comenzó a componer de nuevo para grabar material a futuro. Como resume: “A pesar de ser un momento difícil soy bastante feliz”.