No hubo un "hola", un "bienvenidxs", ni tampoco un "gracias por venir". No hizo falta. Las miradas, el lenguaje corporal, los gritos al aire, las pausas, susurros y silencios lo dijeron todo. 

El show de HTML en Niceto Lado B (Humboldt 1358) arrancó desde abajo del escenario. Aprovechando la ingenuidad del público que se plegó a la tarima desde temprano para poder estar más cerca, Marina Saporiti -o una versión de ella al estilo de "El cadáver de la novia" de Tim Burton- junto a dos ninjas que la llevaban atada emergió del centro de la multitud sin que nadie entendiera cómo.

Reptando hasta las tablas del lugar, las tres subieron y finalmente la música comenzó a sonar. El telón ya había sido levantado.

A medida que transcurría la función -porque sí, fue una obra- HTML iba recobrando su autonomía: cada vez lograba mayor control sobre las cuerdas que la encadenaban a las misteriosas ninjas, hasta que logró domarlas por completo y liberarlas. La larguísima peluca negra se terminó perdiendo al igual que el saco que la cubría. La evolución ao vivo.

Por supuesto "17", su álbum debut, sonó completo: "Días invertidos", "Vocales" y "Aullido", entre otras, fueron coreadas por las y los presentes. Pero también hubo algunos estrenos y covers: "Arabia" (un tema inédito) y una onírica versión de "Sweet Dreams" de Eurythmics se sumaron al tracklist. 

Rodrigo Gómez, de Proyecto Gómez Casa, se subió para interpretar "Experimento para ver las miradas" junto a una HTML ya despojada de sus pesados ropajes, larga cabellera y cuerdas, que hasta improvisó una pequeña coreografía.

"Para mí esta noche fue un antes y un después", le cuenta la Marina post-show a Filo.News. "Fue uno de los primeros shows donde verdaderamente me senté a armar todo el guión, toda la puesta de luces, a pensar todas las cosas que lo componían. Me exigí mucho desde un lado de puro hambre, estoy muy contenta con cómo salió y sentía que iba a ser algo fuerte".

Sobre la historia detrás de la impresionante puesta en escena -que incluyó la actuación de sus músicos- dice: "Es medio libre interpretación pero para mí tiene que ver con mis miedos que me ayudan a entender una gran verdad obligándome a subir al escenario, medio: 'Ve, sube y entenderás una verdad'".

La fecha en Niceto fue una de las varias que incluye la Gira HTML que arrancó en Mendoza, pasó por Córdoba y se presentará en La Plata (5/10, Festival Capital) para luego regresar a las sierras cordobesas a mediados de noviembre (Festival La Nueva Generación). "Se sabe que el búnker de HTML está en Córdoba", se ríe la también DJ y artista audiovisual.

Marina asegura que se encuentra "muy contenta" con su presente profesional y que "se vienen cosas nuevas" pero se quiere tomar su tiempo: "Que nadie me apure".

"Durante todo este año fui entendiendo un par de nuevas verdades. Hoy en día en la cultura del under todo el tiempo sentís una presión de 'Tenés que sacar cosas todo el tiempo" y tipo 'No, pará', yo tengo que reconectarme con mi ciclo, mi ritual de creación y si tardo 3 años, tardaré 3 años pero por lo menos es un contenido que sale 100% de mi cabeza".

Con "17", HTML plasmó su obsesión con los números: el disco dura 17 minutos y el click de que quería lanzarse como solista lo tuvo minutos antes de que comience el 2017. Además, su cumpleaños cae un 17 de enero.

"Cada vez me está pasando más de ver que hay un orden en las cosas. Uno siente más si está más perceptivo, somos capaces de leer el idioma verde de la Matrix y ver cómo se componen las paredes. Hay algo de estos números que significa que estás sintonizado", explica. 

Y sigue: "Me pasa siempre que miro el celular y siempre es una hora capicúa, una hora divertida, que se repite en algo. Lo googleé a ver qué era y es eso, es estar vibrando en la misma frecuencia. Al principio son simplemente números que llaman tu atención por misticismo y de pronto le vas encontrando un significado porque 17 son un millón de cosas en realidad. Cada vez que pasa el tiempo descubro nuevas cosas. Son muy nobles los números".

Este flash de los números también se percibe en parte en el nombre de este proyecto, HTML: "Me gustaba que fuera un lenguaje que a simple vista uno no entiende, le parece como encriptado pero en realidad está todo ahí. De hecho, todo lo que nos compone a nosotros como generación de Internet se construye a partir del HTML que es este lenguaje de computadora. Eso me gustaba, que fuera algo a decodificar".

Para su futuro, Saporiti busca "seguir desarrollando este universo, que se expanda cada vez más a los distintos medios que pueda" y hasta sueña con "armar un edificio entero donde en cada habitación pasen cosas".

"HTML no es sólo música, ojalá que nunca sea sólo música. Como el HTML es tan amplio puede ser todas las cosas juntas", cierra.