"Bitter Sweet Symphony" es un emblema de los 90, es el tema que hizo conocida a la banda "The Verve" liderada por Richard Ashcroft. Sin embargo, durante años "The Rolling Stones" fueron quienes cobraron las regalías de este hit.

Lo que pasó fue que el líder de "The Verve" había tomado una secuencia de cinco notas de la canción "The Last Time", de los Stones, entonces al considerarse pare del legado de Jagger y Keith Richards, fueron los que recibieron el dinero.

Además como la canción estaba firmado por The Andrew Oldham Orchestra, la banda solicitó la licencia para usar unas cinco notas. Decca Records aceptó pero, una vez que la canción alcanzó estatura de hit, apareció Allen Klein en la escena. El manager de los Rolling Stones , que le había comprado los derechos editoriales a Oldham -su antecesor en el puesto-, demandó a "The Verve" por violación a los derechos de autor.

Klein argumentó que la banda había incumplido el acuerdo utilizando más de las cinco notas pactadas.

Ya en la Justicia la banda presentó sus pruebas y propuso repartir las ganancias en un 50% pero después la apuesta subió, pidieron el 100% o quitar al disco de circulación. Tras idas y vueltas legales Ashcroft no tuvo más opción que ceder los derechos. The Verve tuvo que aceptar las condiciones.

Ahora, 22 años después, el cantante de TheVerve recuperó los derechos de su himno y "BitterSweetSymphony" le pertenece completamente. El propio músico fue quien lo anunció en las redes sociales. 

"Este notable cambio en los hechos fue posible por un gesto generoso y magnánimo de parte de Mick y Keith, quienes coincidieron al sentirse felices de que los créditos de la canción ahora excluyeran sus nombres y de que todas las regalías derivadas de la canción ahora pasaran a mí", escribió.