Jim Morrison era,en los años sesenta, la figura icónica y emblemática del rock and roll, aunque el no quisiera: lindo, excéntrico, adicto, poeta, sexy y escandaloso. También fue uno de los fundadores del club de los 27, es decir, de esa figuras que murieron demasiado rápido. 

Morrison estudio cine en la UCLA,  y era un poeta nato, pero llegó a la música de casualidad cuando se encontró a un viejo amigo Ray Manzarek en la playa de Venice (Los Ángeles) y se unió a lo que más tarde serían The Doors, el grupo que partiendo del blues abrió las puertas de la percepción a toda una generación perdida. Y en la música hizo carrera, una carrera brillante y meteórica.

Solo seis discos, en cuatro años antes de que una mañana en parís lo encontrara muerto en una bañadera con tan solo 27 años un 3 de junio de 1971.

Morrison que en sus comienzos cantaba de espaldas al público por su inmensa timidez, terminó irónicamente sentenciado un día como hoy, 30 de octubre pero de 1970, por obscenidad. 

Las versiones son encontradas, pero lo cierto es que en medio de un recital, el cantante que ya era un provocador nato, en un escenario de Florida, fue denunciado por los propios espectadores que sostenían que en el afán de su performance, totalmente borracho, comenzó a masturbarse e incitó a todos a hacerlo. 

Ya había causado el horror de muchos cuando parte de sus letras exclamaban versos perturbadores tales como: " Madre quiero follarte, Padre quiero matarte". Nada que Freud no haya dicho en su teoría. 

Pero el hecho de la exhibición pública fue demasiado para un grupo de espectadores y la policía emitió seis órdenes de arresto contra el cantante. Morrison se entregó en Los Ángeles cuatro días después cuando la resaca finalmente abandonó su joven cuerpo.

Perdió el juicio, fue  condenado a seis meses de prisión y a pagar una multa de 500 dólares. Jim aceptó la condena, pagó una fianza de 50.000 dólares y quedó en libertad. 

Solo se subió a un escenario una vez más en Nueva Orleans y luego viajó a París mientras sus abogados apelaban la condena en la Florida. Pero Morrison murió condenado por aquel concierto. Y por la denuncia de sus propios fans.

Aquella  condena duró cuarenta años, hasta que en 2010 un juez le otorgó el perdón.  El gobernador de Florida lo resumió muy bien. "La culpabilidad o inocencia de Jim Morrison está en manos de Dios, por eso he pedido su perdón", aseguró. Fue hasta ahora la condena más larga en la historia de la música al chico de los pantalones de cuero más sexy del rock.