Como cada vez que se sube a un escenario, Ricky Martin brilló en el Festival Internacional de Viña del Mar e hizo bailar a los aproximadamente 15.000 espectadores que vibraron al ritmo de sus clásicos en la primera noche de la 61era edición del tradicional evento de música chileno.

En su sexta visita a Viña, el artista puertorriqueño cantó 20 de sus mayores éxitos y se llevó las Gaviotas de Plata y Oro.

Sin embargo, no hizo oídos sordos al contexto social que se está atravesando el país trasandino. Es que horas antes del comienzo del espectáculo, se vivieron momentos de tensión en las inmediaciones del anfiteatro de la Quinta Vergara, donde se produjeron protestas y enfrentamientos de manifestantes con la policía.

"Que exijan lo básico, los derechos humanos, es básico, no pedimos nada. En Chile y fuera de Chile estaré contigo y siempre al tanto. Te quiero y dios te bendiga y nunca callados. Siempre con amor y con paz pero nunca callados", dijo el cantante durante su actuación.

Las movilizaciones venían siendo convocadas desde hace varios días con consignas como "Calles con sangre, Viña sin festival" o "Viña 20, cancelado por el pueblo. Sin dignidad, no hay festival". A partir de esto, desde la organización había decidió postergar las actuaciones de los concursantes de las competencias internacional y folclórica y también aplazó la tradicional obertura artística de la noche inaugural.

Un piquito que dio que hablar

Otro de los momentos más resonantes de la noche de domingo fue cuando la conductora, María Luisa Godoy, le pidió a Ricky darle un beso en la mejilla en "representación de todos sus fanáticos". Pero, rápido, el puertorriqueño sorprendió a Cárcamo con un piquito. "Un hombre que sorprende", escribió el conductor en su cuenta de Instagram junto a la foto del beso.

Por otro lado, cuando el cantante iba a hacer lo mismo con María Luisa, ella dejó que la bese en la mejilla.