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Cine y series

Axel Kuschevazky revela los secretos del doblaje, tras su papel en “El Gato con Botas”

El productor, actor, guionista y periodista habló con Filo.News sobre su pasión por la animación, sus participaciones en doblajes desconocidas y la expectativa por  “Argentina 1985” y los Oscar.

Axel Kuschevazky revela los secretos del doblaje, tras su papel en “El Gato con Botas”

Axel Kuschevazky es sinónimo de cine, ya sea por su presencia desde hace muchos años en la antesala de los Premios Oscar, por su profesión como crítico de cine, su pluma a la hora de adaptar o escribir guionista o por las casi 100 producciones cinematográficas que tiene en su haber. Por el motivo que elijas decir Kuschevatzky es nombrar de alguna manera hablar de cine. 
 

Y en esta oportunidad, a propósito del estreno de “El Gato con Botas: El Último deseo” también nos revela que tenía una pasión más escondida, obviamente referida al arte cinéfilo, y se trata del gusto por el doblaje. En esta ocasión hablo con Filo.News sobre su participación en el film de animé que sigue las aventuras del  popular Gato (Antonio Banderas) y en la que Axel se pone en la piel de Papá Oso, donde junto a su troup, Mamá Osa (Patricia Etchegoyen), Bebé oso (Mariano Chiesa) y Ricitos de Oro (Julieta Nair Calvo), buscarán, al igual que los demás personajes la posibilidad de que se les otorgue un deseo. 
 

“El doblaje  es una cosa que  disfruto mucho, me gusta mucho la animación y por una cantidad de circunstancias se dio que hice una de las voces de “CARS” en la versión argentina, que era una frasecita nada más,  la del banquero Perkins en  Mi villano favorito, la de O'Hare, el villano chiquito de El Lórax, y puse cuatro o cinco  voces que se escuchan de fondo, como la de los parroquianos de un bar y algunos periodistas, en Metegol, y bueno ahora participo de “El Gato con Botas”, comienza contando para este medio. 
 

Para luego adentrarnos en el mundo del doblaje, y contarnos cómo es qué se lleva adelante este proceso: “En general los doblajes se hacen en neutro, que no es mexicano, como erróneamente se cree, sino que el neutro es una convención que se creó en los años 50`s para tratar de encontrar un código común a todas las voces de Latinoamérica. Entonces siempre tuve que hacer doblajes en neutro, y en este caso estaban buscando que los osos sean argentinos, ósea que es la primera vez que casteo en argentino. Entonces en ese sistema el chiste para mí era, por un lado respetar las reglas del doblaje, hablar en argentino, pero que algo de la forma del sonido siguiese pareciéndose al doblaje”, explica. 
 

Y continúa: “Es decir los argentinos pegamos más las palabras cuando hablamos, las eses las comemos, y nosotros al final de las frases el tono se va hacia abajo, y en México por ejemplo se va hacia arriba. Entonces mi desafío fue hacer el doblaje en argentino pero que las eses estuvieran marcadas, y que las frases terminasen arriba para que no sonase tan diferente al doblaje neutro, aun hablando en argentino”, puntualiza. 
 

 "Pensé en qué particularidades tenía la voz de él, que yo pudiera interpretar, y lo combiné con un poco la voz como la de Coco Silly y salió la voz de Papá Oso"

Además nos contó qué le puso él al personaje por el que casteó y dijo: “Y después nada, yo trabajé con al actor que hizo el doblaje en inglés, Ray Winstone, filmamos una película el año pasado entonces le conocía las formas de hablar y entonces pensé en qué particularidades tenía la voz de él, que yo pudiera interpretar, y lo combiné con un poco la voz como la de Coco Silly y salió la voz de Papá Oso”, aseguró entre risas imitando un poco la voz. 
 

Al tiempo que hizo mención que no solo él participó de este film, sino que también lo hizo su hija Julia Kuschevatzky, que puso su voz para interpretar a una pequeña Ricitos de Oro: “Mi hija también hace una voz en la película, tiene tres frasecitas nada más, porque hace la voz de Ricitos de Oro de niña y ella sí lo hizo en neutro. Ósea yo lo hice en argentino y ella lo hizo en neutro”, diferenció. 
 

Tras conversar un rato acerca de los métodos del doblaje, hablamos de cine pero cómo espectador y quise saber qué ve él cuándo ve cine, siendo parte necesaria de la industria, y cinéfilo de alma. 
 

“Yo funciono como un espectador más. Si me divierto me divierto y si me aburro, me aburro. En general yo disfruto mucho de ver películas entonces es muy raro que una película no me guste. Obviamente hay películas que me gustan más que otras, pero en general me gusta el cine como forma narrativa, el hecho de ir al cine son de las cosas que más me gustan en la galaxia. Pero si es cierto que al mismo tiempo mi cerebro, procesa cosas en sí misma”, reconoce.
 

Mientras que me especifica: “Entonces yo estoy viendo una película y al mismo tiempo tengo por un lado la sensación emocional que es  la de cualquier miembro de la audiencia. Y por el otro lado mí cerebro me va susurrando al oído:` bueno tal cosa de la estructura tiene tal problema, o evidentemente tuvieron tal problema de producción`. Esa vocecita que es como la parte de atrás del disco rígido me va diciendo: ` ¿notaste tal cosa y tal otra?`”, revela. 
 

Y justifica: “Pero bueno si la disfruté mucho, no la dejo de disfrutar, pero termino entendiendo la película a dos niveles diferentes a nivel espectador promedio y después como producto en sí para comercializar”.
 

-¿Qué cosas determinan que participes o no en un proyecto cinematográfico?
 

“Hay algunas preguntas que me hago como por ejemplo:` ¿vería yo esta película?` , después hay una segunda etapa que tiene que ver con acompañar a un director/a con el que querés trabajar. Porque ahí lo que te pasa es que decís, arranco con una suerte de acuerdo implícito que tienen que ver con que yo ya se cuáles son las cosas que a esta persona le interesan, y quiero acompañar ese trayecto, Y hay una tercera pregunta que es cuál es la escala real de ese proyecto en relación al mercado". 

"Y siempre hay como una pregunta muy básica final que tiene que ver con entender cuál es la propuesta que le vas a hacer a la audiencia. Que en realidad es la más importante: ¿Qué le vamos a dar a la audiencia?  Y me parece que esas cuatro cosas aplican un poco a todas las películas”, argumentó. 
 

“Por eso hay películas que tengo claro que tienen una aspiración masiva y hay otras que no y que las quiero hacer porque me gusta la mirada que hay atrás, la narrativa que se construye, el camino que creo que la película puede hacer”.
 

Y si de producciones hablamos, Axel reveló que en poco menos de dos años va a cumplir sus primeras 100 películas como productor  y contó qué se siente con tan significante número y siendo parte de las películas más taquilleras, reconocidas y premiadas del cine Argentino: 

“Yo ahora estoy cerca de llegar a mi película número 100 como productor, es un número muy grande, y la experiencia me indica que cuando tratas de hacer algo por el prestigio lo más seguro es que te salga mal y cuando haces algo porque te gustaría que este bueno, normalmente sale bien”, simplifica tras la pregunta de si se puede saber si un film será un éxito o no. 
 

Y obviamente no pude evadir la pregunta, un poco invadida por la, aún fiebre mundialista y la victoria de la tercera Copa Mundial, con la posibilidad que se juega el cine Argentino el próximo mes de marzo de obtener su tercer Oscar si “Argentina 1985” finalmente queda seleccionada para competir por la categoría “Mejor Película Extranjera”. Recordemos que la primera vez que un film Argentino ganó en esta sección fue en 1986 con “La Historia Oficial”, el segundo fue en 2010 con el “Secreto de sus ojos”, donde Axel participó como productor. 
 

“Ay, ay, ay mirá cuando haces una película no pensás en esos términos. Yo le pongo el mismo a todas las películas que hago, y amé trabajar con todos esos equipos y me siento parte intrínseca de cada una de esas películas. Pero lo que a mí personalmente me motivaba en esos films, era que estuviesen buenos. Y que fuesen narrativas que generasen algo en la audiencia”, introduce. 

Y puntualiza: “Ahora si me preguntas si se pueden hacer películas para ganar premios, la respuestas es un rotundo ¡No!”, remarca. 
“Cuando una película recibe tanto amor y se vuelve tema nacional, obvio que me pone recontra súper agradecido. Y Argentina 1985 es honesta en su planteo, y cuando ves que la gente en otros países la abraza, la aceptan, la quieren, es una sensación muy dulce. Porque mientras estás armando la película estás a ciegas, no sabes qué va a pasar después”, comenta. 
 

“Y que la Academia de Cine Argentina la haya elegido para los Oscar y para los Goya, que la película después haya quedado nominada a los Goya, a los Golden Globes, el recibimiento que tuvo en el Festival de Venecia son hermosos regalos sobre los que nosotros no tenemos ningún tipo de control. Y si vos me preguntas, ¡Claro que quiero que la película llegue a la última instancia! Ahora yo asumo que no depende de nosotros, lo único que depende de nosotros es el compromiso que nosotros tenemos con la película para hacer campaña y lograr que la gente la vea”, expresó. 
 

Y siguió con explicando desde su lógica y experiencia: “Pero después los votantes de cada uno de los premios votan lo que se les canta. El mal llamado lobby de los premios, déjame decirte, no existe. Es un gran mito, no hay un lobby de los premios, porque como no hay control y me refiero al caso particular de los Oscar votan 9 mil personas, imagínate interceder en cada uno. Entonces esa fantasía de si vos te lo planteas lo podes lograr, claramente es un precepto que no funciona, sino yo hubiese ganado con cada película en la que trabaje”, arriesgó. 
 

Mientras recordó lo sucedido con “El Secreto de sus ojos”: “Con el Secreto de sus ojos, la experiencia fue genial porque  no ganó ningún festival relevante hasta que ganó el Oscar. No ganó nada solo un festival en la Habana que es lindo pero no ganó los Golden Globes. Sin embargo tanto con El Secreto de sus ojos, como con Relatos Salvajes yo siempre supe que esas dos películas eran especiales”, puntualizó. 
 

“Con “Relatos” me pasó que el día que la vi terminada, me puse a hablar con Damián y me puse a llorar sin parar y le dije ¡Gracias por volver! Porque Damián había pasado muchos años sin filmar, y siempre me había parecido un gran guion y me cuando la iba viendo de a pedacitos me parecía extraordinaria. Pero “Relatos” es una película que se escapa a la lógica de películas nominadas al Oscar, una película que fue aclamada en Cannes pero siempre fue percibida como una película muy popular, masiva de mucha aceptación entre la gente, que no son necesariamente las películas que hacen ese camino”, argumentó. 
 

“Pero La Academia supo ver en la película lo extraordinaria que era y lo que es Damián como director. Entonces fueron dos caminos completamente diferentes. El Secreto era una película que uno podía imaginar que tenía más de esos elementos, que la podían poner en carrera. Para mí Relatos fue más sorpresiva en ese sentido y lo que siento con Argentina 1985 es que conecta mucho, qué quiere decir, por ahí quiere decir todo o por ahí nada y recién lo sabremos con el paso del tiempo”, especuló. 
 

Argentina 1985 y la experiencia de hacer un film que toca uno de los puntos más dolientes de nuestro país. 
 

“Nosotros con Argentina 1985 quisimos hacer una película apartidaria, si es política, es una película recontra política, pero no es una película que se ponga la camiseta de un partido específico, porque nosotros creemos que lo que está contando es superador. Y en general la gente que le hacía reclamos a la película lo hacía desde la camiseta”, explica. 
 

“Hay algo que te pasa con la película, y esto lo charlamos mucho. Cuando las personas que padecieron de secuestros, torturas y sobrevivieron, y contaron su experiencia en el juicio, por diferentes razones las cámaras solo tomaban las nucas, como una combinación entre cuidar a los testigos y el peso que todavía seguían teniendo en esa época las Fuerzas Armadas. Entonces fue la vuelta que le encontró la televisión para sortear la transmisión de los testimonios, en una Tv que era totalitariamente pública, no existían los canales privados y daban por la noche en los noticieros unos minutitos de lo que pasaba, pero no se escuchaban las voces. Y yo siento que la decisión artística y creativa de Santi (Santiago Mitre) de  mostrar los rostros de la gente de lo que atravesó le devuelve la dimensión humana a la tragedia”, cuenta sobre el proceso de filmación del film protagonizado por Ricardo Darín y Peter Lanzani. 
 

“Y otra de las cosas que también fueron geniales fue ponerle un tinte de humor, nosotros sabíamos que iba a ser muy difícil atravesar ciertos momentos de la película y el humor fue la salida para decirle a la gente: `ustedes piensan que se van a encontrar con una película densa, morbosa y en realidad se van a encontrar con una película luminosa, una película que en el fondo es esperanzadora y optimista. Aun cuando no le huye al horror pero te deja el mensaje de `hay luz al final del túnel, si como sociedad nos ponemos de acuerdo`”, advirtió. 
 

-Cómo te llevas con las críticas
 

“A mi hay una sola cosa que me molesta, la opinión de los demás nunca me molesta, estaré de acuerdo o no, hay veces que creo que hay miradas limpias y hay otras que son miradas viciadas. Creo que hay gente que ve películas con pre-conceptos y gente que ve películas más con la mente abierta y con ganas de dejarse sorprender y eso no me preocupa. Pero sí me molesta cuando alguien miente en una crítica, o falsea información para construir una idea que no es correcta. Cosa que con Argentina 1985 pasó un montón. De gente que quería ver una película específica, no le gustaba que esta película no fuese la que ellos querían ver y ahí si leí cosas que ponían que eran falsas”, aseguró. 
 

Ya para cerrar retomamos el principio de la nota y volvemos al “Gato con Botas” quién en su afán de ser el súper héroe del cuento le regala a las multitudes que lo aclaman su canción autobombo “Quién es tu héroe favorito”, y no pude evitar preguntarle a Axel ¿Cuál era su héroe favorito?
 

“Mirá no de ficción, pero en términos humanos la persona que yo más admiro es Patricia Molina, mi mujer con quien me casé hace varias décadas y es la persona más generosa que conozco. Y le tengo mucha admiración personal por ella. Pero en términos humanos es la persona que más admiro, porque la he visto superar situaciones imposibles y la he visto ayudar sistemáticamente a otras personas sin pedir nada a cambio. Yo tiendo a admirar personas que conozco.  Para mí  los héroes son personas que al final se paran frente a una situación asimétrica y la pelean”.


 

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