En el predio de 150 metros de largo y 130 de ancho en el espacio verde Parque Vuelta de Obligado, funcionaba el Polo Circo y la Escuela de Circo. El espacio pertenece al Poder Judicial de la Nación y fue cedido a la Ciudad, según confirmaron desde el Ministerio de Cultura porteño a La Nación.

De acuerdo a la investigación publicada por Mauricio Giambartolomei en La Nación, el programa fue aprobado en 2009 con el objetivo de fomentar el desarrollo de artes circenses en la Ciudad de Buenos Aires. La idea era crear el Festival Internacional de Circo de Buenos Aires de forma permanente. Pero eso no sucedió. El último festival fue en 2016, al año siguiente los talleres de dictaron a distancia y la llegada del coronavirus marcó el cierre definitivo de cualquier actividad cultural.

El programa antes mencionado está funcionando de forma temporal en el Espacio Julián Centeya, en el barrio porteño de San Cristóbal. Este año está previsto que el Polo Circo se instale en el corralón de Floresta. 

Pero la pregunta que se hacen los vecinos es qué pasará con el predio, con las carpas mal enganchadas y los metales oxidados. "Cada tanto viene alguien, saca fotos, recorre un poco, pero se va sin hacer nada. Tal vez estén viendo de qué forma se puede recuperar, pero no sabemos nada. Las lonas están desenganchadas por el viento: algunas zafan, otras están muy rotas”, dijo un guardia de seguridad a La Nación.

"Hay personas que arman sus ranchos en las rejas, que duermen acá, otros que queman cables. Es una lástima que este espacio se vea así, teniendo tanta necesidad, gente que duerme en la calle y un predio con carpas sin que se utilice", sostuvo una vecina al mismo medio.

De acuerdo a la nota "Carpas en ruinas, pasillo lúgubre y boleterías oxidadas: así está hoy el circo abandonado en plena ciudad, sin uso ni destino" publicada en La Nación, ni la Ciudad ni el Poder Judicial pudieron dar una respuesta sobre el futuro del predio ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios.