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Ciencia

Un tercer paciente se cura de VIH tras un trasplante de células madre

La clave parece estar en una proteína que el VIH usa para ingresar a las células inmunitarias, cuya mutación hace que las células sean resistentes al virus. 

Un tercer paciente se cura de VIH tras un trasplante de células madre

La revista Nature Medicine publicó recientemente un artículo en el que dieron a conocer que un hombre de 53 años en Alemania se convirtió en la tercera persona con VIH en ser declarada libre del virus. El paciente, a raíz de una leucemia, se había sometido a un procedimiento que reemplazó las células de su médula ósea con células madre resistentes al VIH de un donante. Ahora, lleva ya cuatro años sin tratamiento antirretroviral ni rastro del virus

Según detallaron, la terapia antirretroviral (TAR) que reciben las personas con VIH tiene el objetivo de reducir el virus a niveles casi indetectables y evitar que se transmita a otras personas. Sin embargo, el sistema inmunitario sigue manteniendo el virus encerrado en reservorios en el cuerpo, y si una persona deja de tomarlos, el virus puede comenzar a replicarse y propagarse de nuevo. Una verdadera cura eliminaría este reservorio, y esto es lo que parece haber sucedido con el último paciente.

En la actualidad, la infección por VIH se puede controlar con tratamientos antirretrovirales; pero si se suspende la medicación, el virus vuelve a replicarse en el organismo. Por otro lado, al ser un patógeno que muta y cambia tan rápido, la búsqueda de una vacuna efectiva para todas las variantes que circulan se vuelve muy difícil. Por eso, la cura en algunos pacientes supone un gran hito científico en la lucha contra el VIH y abre la posibilidad de encontrar nuevas estrategias para eliminar el virus.

El primer caso en el que se habló de una cura —que no es lo mismo que una remisión— fue el de Timothy Ray Brown, que en 2007 recibió un trasplante de células madre de un donante sano para tratar la leucemia mieloide aguda y actualmente sigue libre del virus. El equipo médico que lo atendió había seleccionado a un donante con una mutación que impide que la proteína conocida como CCR5 se exprese en la superficie celular. Esta proteína es la que usa el VIH para ingresar a las células inmunitarias, por lo que la mutación hace que las células sean resistentes al virus. 

Un segundo caso fue el de Adam Castillejo, un paciente de Londres que parece estar libre del virus después de un trasplante de células madre que reemplazó sus glóbulos blancos por otros resistentes al VIH. Al igual que Brown, Castillejo tenía una forma de cáncer de la sangre que no respondía a la quimioterapia y requería que sus células sanguíneas sean destruidas y repuestas con células madre de un donante sano, que también poseía una mutación en la proteína CCR5. Ahora, lleva cinco años sin tratamiento antirretroviral y libre del virus.

Este tercer paciente, conocido como el 'paciente de Düsseldorf', es muy similar a los dos anteriores: fue diagnosticado de VIH en 2008 e inició la terapia antirretroviral; en 2012, tras una leucemia mieloide aguda tuvo que someterse a un trasplante de médula, así que buscaron un donante compatible y que tuviese la mutación CCR5. Seis años después, con la enfermedad hematológica estabilizada, se le retiró el tratamiento antirretroviral y lleva desde entonces cuatro años sin rastro del virus.

Los especialistas sostienen que es poco probable que el reemplazo de médula ósea se extienda a personas que no tienen leucemia, dado el alto riesgo que supone tal procedimiento, particularmente la posibilidad de que una persona rechace la médula de un donante. Por ello, varios equipos están probando el potencial de usar células madre extraídas del propio cuerpo de una persona y luego modificarlas genéticamente para tener la mutación CCR5, lo que eliminaría la necesidad de células de donantes.

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