¿Cuándo muere el amor?, ¿Cuándo llega ese momento en el que aquella persona que parecía ser nuestro mejor amigo, trasmuta en un desconocido? ¿Cuánto duele la resignación? 

“Asfixiados”, el nuevo film protagonizado por Leonardo Sbaraglia, Julieta Díaz, Marco Antonio Caponi y Zoe Hochbaum nos adentra en esta historia, que al igual que la vida, tiene momentos de emoción, de risa, de acción y reflexión. Solo que todo sucede en un escenario limitado, ya que estas cuatro personalidades diversas se embarcaran en un barco, con el fin de pasar un buen momento, en medio de una fingida y forzada sensación vacacional. 

Pero para adentrarnos un poco más en los temas que toca el film de Luciano Podcaminsky, bajo los guiones de Alex Kahanoff , Andrea Marra,  Sebastián Rotstein y Silvina Ganger, charlamos con sus protagonista que le contaron a Filo.News que tan cerca o lejos están de sus personajes. 
 

Para ello hablamos con Leo Sbaraglia quién se pone en la piel de Nacho, un exitoso productor de cine, que está a punto de filmar la serie de su vida junto a una estrella (Natalia Oreiro) a la que intenta convencer de que este es el proyecto ideal para su carrera. Intenso, estructurado, apasionado, y rígido por partes iguales, Nacho no percibe su alrededor y vive bajo la omnipotente idea del “Está todo bien”. 
 

- ¿En tu vida personal te sentís identificado con algo de Nacho o por el contrario, por tu trabajo de actor te tocó lidiar con muchos “Nachos”?
 

“No, el actor nunca se relaciona con ese tipo de personas, quizá le toca más ese rol al representante. Pero si he vivido y he conocido mucha gente así, quizá no uno en particular que reúna todas esas características que tiene Nacho, pero si gente que tiene partes. Nacho es un personaje muy argentino, muy salido de nuestra cultura esta cosa de “la tenemos que romper”, arranca diciendo Leo sobre su personaje. 
 

Y se adentra un poco en la industria del cine y en engranaje de llevar adelante un film: “De todas maneras la gente que se dedica a los negocios, un poco tiene que vender y vende humo, la gente que tiene que financiar una película y conseguir la plata, también tiene que vender humo. Tiene que convencer a un grupo de financistas que lo que va a hacer es un sueño y que lo va a ver todo el mundo. Es un laburo que está basado en vender humo, un poco como lo explica mi personaje en la escena de `Apocalipsis Now`”, recuerda. 

No obstante Nacho (Sbaraglia) y Lucía (Díaz) no se embarcan solos en este viaje e invitan a una pareja de amigos a compartir la velada. Ahí entran en juego Rada (Marco Antonio Caponi) un arquitecto de mediana edad que va acompañado de Cleo (Zoe Hochbaum), su joven novia, que traerá un aire fresco a la pareja que se encuentra celebrando 20 años de casados, o por el contrario invocará al huracán, recordándoles aquella juventud perdida, la libertad y el deseo.

-Marco: ¿te sentís más cerca del personaje de Leo o del tuyo? 
 

-“Yo creo que podría ser una mezcla de los dos, creo que tengo algo del mundo productivo de Nacho (Leo) esa cosa ansiosa que no para, pero al mismo tiempo tengo mi ente regulador que me dice, `bueno trata de desconectar, trata de permitirte`”, explica el actor. 
Y puntualiza: “Pero de alguna manera  me siento muy alejado de ambos. Y particularmente del personaje que me toca hacer a mí, no veo nada mío. Y me gusta eso porque con Leo nos toca hacer de dos personajes extraños, son dos masculinos, bien estereotipados. Nacho es el “macho” y el mío, si bien en un principio parece que no, bueno al final termina mostrando otra cosa”, asegura. 

“Asfixiados”, nos va mostrando la desconexión en todas sus formas, y a medida que nos adentramos en la historia estos cuatro personajes, intentaran sostener una situación amena que se va desarmando, como el barco que enfrentará sus propios desperfectos. Y la tormenta pronosticada estallará en el corazón de estos endebles vínculos. 
 

Y sobre los vínculos actuales, y los prejuicios Zoe analizó: “Nosotros como seres humanos, no como algo natural, sino como algo cultural y social vamos hacia ese lugar de pre-juzgar al otro, de encasillar al otro, de subestimarlo, de imponer nuestras propias normalidades”, manifestó. 
 

Al tiempo que sumó: “Y eso se ve claro con el personaje de Nacho, que no puede entender a mi personaje y trata de encasillarlo en algún lugar. Que no es ni más, ni menos, que lo que me pasa a mí, con mi edad, y perteneciendo a las nuevas generaciones, que me preguntan ¿pero qué sos actriz, cantante, artista? ¿Qué sos? Y bueno a veces la gente no entiende que puedo ser todo eso y más”, asevera.  
 

“Nosotros traemos un poco  este universo multifacético, y también esto de probar y equivocarse. No tener que tomar un camino y sostenerlo a lo largo de la vida.. Como “casarte para toda la vida”, una profesión, ¿no?, venimos a equivocarnos, a probar y está bien”, remarcó. 

En cuestiones de relaciones personales, la película marca como dos modelos, el convencional que representan Lucia y Nacho y el libre interpretado por Rama y Cleo. ¿Sienten que esto es lo que el fututo propone, frente a años de un modelo cultural monogámico?
 

Zoe- “Creo que esa apertura que trae el personaje de Cleo, en conjunto con Rama, que también está intentando descubrir y acoplarse en eso, va mucho más allá de la monogamia, tiene que ver con una conexión que se nota que Nacho y Lucía no tienen. 
 

Marco Antonio- “Yo creo que nosotros tenemos que hacer un esfuerzo para ir a ese lado, y las nuevas generaciones ya son eso”.
 

Leonardo- “Es algo que está ocurriendo. Estamos todos repensando todo. No sé qué me pasaría a mí si todavía siguiese casado. Yo tuve una relación de 20 años y bueno me separé. Pero de encarar una nueva relación, no sé cómo sería y quizá la encararía diferente. Lo que pasa en la película es que mi personaje no permite que haya “movimiento, cambio” porque es un tipo muy estructurado, muy rígido y que no soporta los cambios”.

"Asfixiados" se estrena hoy, 23 de marzo en las salas de cine y lleva al espectador a identificarse, preguntarse y reflexionar acompañados de un paisaje ideal para ver en pantalla grande, gracias a la fotografía de  Nicolás Trovato,  y una puesta musical increíble.