La última vez que Afterlife desembarcó en Buenos Aires fue el 17 de marzo de 2018, también en el predio porteño de Mandarine Park, en lo que fue la primera fiesta del sello en el país. 

El techno en su esplendor, para los entendidos del género, con el sello completo de Afterlife pero más precisamente con Tale Of Us, son los referentes en la actualidad de sets que viajan por todo el mundo con una propuesta visual e inmersiva que se lleva todos los halagos y supera expectativas.

Una pantalla montada en el predio de Mandarine con 42 metros de ancho por 12 metros de alto, ofició de protagonista en tres noches con imágenes tridimensionales que parecían traspasarla. Con psicodelia y efectos especiales, lo real y ficticio se fundieron en una línea muy fina que no permitía distinguirlos. Pequeñas historias eran contadas a través de las visuales con humanoides o robots que no se alejan demasiado de un futuro muy cercano pero que a pesar de su esencia artificial, mostraban su lado "humano".

Mini historias de encuentros, de renacimiento, de la vida natural y artificial y también de la manifestación de sentimientos como el enojo (una de estas robots golpeando la pantalla con la sensación de que fuera a traspasarla) fueron una especie de videoclip que acompañó los beats del techno, por momentos más oscuros y otros más melódicos, que no dejaron de ser capturados por los miles de celulares del público presente. 

De esta manera, el sello nacido en el 2016 que “representa el viaje hacia lo desconocido”, según define el dúo italiano creador, hizo que más de 30 mil personas bailaran al son de los beats no solo de Tale Of Us (quienes también presentaron sus sets en solitario), sino también de una curaduría de artistas que a lo largo de los años han lanzado música a través del reconocido sello. El show era como estar en la escenografía de una película de ciencia ficción, lo que potenciado por la música de los diferentes DJ, crearon una atmósfera sonora con un gran espectáculo visual que no escatimó en desparpajo tecnológico.

Cronología de los shows

Jueves 6 de abril:

La seguidilla de shows comenzó el jueves con el español Marino Canal, dando inicio a lo que se convertiría en una noche vanguardista. 8Kays, la DJ ucraniana, le siguió el juego musical para seguir subiendo la temperatura a la pista. Siempre fiel a su estilo progresivo, la DJ le entregó la cabina a Colyn a la 1:30 am. La multitud peregrinó con pasos de baile durante todo el set del DJ holandés que fusionó elementos duros con el sonido suave y prorgresivo de Afterlife. Camelphat sabía que tenía que mantener la locura del público pero al mismo tiempo prepararla para el dúo italiano. Lo hizo a la perfección. Tale Of Us se encontró entonces con un público sediento de más.

      
Viernes 7 de abril:

Øostil encaminó la noche del viernes con un sonido que mantuvo la calma de la pista a medida que la gente ingresaba al predio de Mandarine Park. Un techno melódico pero que coqueteaba con bpms más altos para encender la euforia del público. Recondite fue quien le siguió el ritmo con un set live de una hora que supo manejar a la perfección para dejarle la pista a punto justo a Mrack, el proyecto solista de Carmine Conte, uno de los fundadores de Tale Of Us.

El italiano presentó su show We Don’t Follow, un set en formato live en donde fusiona la música electrónica con vocales en vivo e instrumentos musicales como la guitarra eléctrica y piano, acompañado de visuales exorbitantes. “Los imperios caen, las ciudades arden” decía una voz al comienzo de su set, y efectivamente Mandarine Park ardió al compás del techno de Carmine Conte.

La madrugada del viernes superó sus expectativas cuando Massano tomó el control de la cabina para aumentar la euforia y la energía de la pista. Durante una hora y media jugó con las bandejas hasta que Tale Of Us se hizo presente. Por segunda noche consecutiva los italianos supieron llevar al público de manera sutil pero de manera ardiente, en donde la música y las visuales se complementaban a la perfección.
 

Sábado 8 de abril:

Ubbah abrió paso a la última noche de Afterlife con mucho estilo. Dejó las bandejas a disposición de Chris Avantgarde para que el DJ alemán calentara la pista con un gran repertorio de temas del sello de los italianos. Un show explosivo de visuales colmó Mandarine Park casi a las 2 de la mañana. Anyma, el proyecto solista de Matteo Milleri, presentó por primera vez Genesys: un show inmersivo y sensorial con visuales robóticas y futuristas que se fusionaron con las vocales en vivo de la voz sensual de SEVDALIZA. Temas como “Eternity” y “Consciousness” desataron silbidos y gritos que terminaron en un aplauso eterno. Kevin de Vries tomó el control de la cabina y dio cátedra durante una hora y media. Un techno más contundente se hizo presente, con un sonido más duro y oscuro. Y por último, Tale Of Us coronó la última noche con un set que solo el dúo italiano puede superarse a sí mismo. 

Matteo y Carmine hicieron sonar los temas más codiciados por los fanáticos junto a gemas del sello de Afterlife. El icónico símbolo del sello acompañó a los italianos durante un set eufórico que dejó al público satisfecho. 

El amanecer acompañó a los miles de fanáticos que se hicieron presentes en Mandarine Park con un techno melódico a modo de despedida para ir cerrando la última noche donde el público, no solo argentino que se hizo presente sino también con brasileros, ingleses y hasta de provincias del interior del país, ovacionaron y bailaron durante tres noches esperando ya la nueva vuelta.