A dos años de la llegada de Marcos Rojo a Boca Juniors, el defensor confesó que tuvo una pelea con su excompañero de la Selección Argentina y de Estudiantes de La Plata, Enzo Perez, quien se tomó a mal su último traspaso.

Los finalistas de la Copa del Mundo en Brasil 2014 compartieron el plantel de Estudiantes durante cuatro temporadas y ganaron en 2009 la Copa Libertadores. Tras sus ventas a Europa, sus carreras se separaron pero seguían unidos siendo muy amigos, hasta que el defensor recaló en Boca.

Marcos Rojo reveló, en una entrevista con TyC Sports, que Marcelo Gallardo lo llamó antes de firmar con Boca: “Cuando me llamó Gallardo no le dije a nadie. Estaba a punto de firmar con Boca y Enzo Pérez me dijo que él me quería hablar, así que me llamó y charlamos de fútbol. No sé cómo se enteró de que estaba cerrando contrato en Boca, pero yo ya tenía todo arreglado, estaba convencido”.

“Enzo se enojó, estuvo enojado, peleado. Él quería que yo fuera a River, me dijo que ‘íbamos a ganar todo’. Yo le decía: ‘¿Enzo, sos boludo?’. En la cancha nos matábamos, yo le pegaba a propósito. Me cagaba de risa, pero él estaba enojado en serio”, recordó entre risas el defensor.

Rojo sufrió esta situación porque no entendió el motivo del enojo, hasta que por casualidad coincidieron en un hotel en Bariloche: “Hasta que un día con mi familia nos fuimos cinco días a Bariloche. Cuando llego al hotel, me registro y me dicen: ‘Está Enzo Pérez acá’. Ni sabía y ni él sabía que yo iba a ir. Voy a cenar a la noche ahí en el hotel y, efectivamente, estaba. Cenamos juntos, charlamos toda la noche, nos dijimos lo que nos teníamos que decir y la amistad volvió. A mí me dolía, yo le había mandado un mensaje terrible y ni me respondió. Me dijo que estaba re caliente”.

Por último, recordó cómo eran los enfrentamientos en los superclásicos mientras duró el enojo de Enzo. “Si vos mirás los clásicos, hay una jugada en la que la pelota dividida pica y ya se había ido afuera y yo fui y le metí cuerpo. Me re puteó. Vino el réferi, creo que era Loustau, y entre los dos lo empezamos a bardear a él. ‘Vos no te metas’, le decíamos”, cerró.